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Las cenizas de Andrés reposaban en un cofre colocado en un altar adornado con sus juguetes y fotos. Están destrozadosAnny Bazán y captura de vídeo

La tragedia de los Isturiz, los venezolanos que perdieron a su hijo arrollado por una camioneta

Los extranjeros solo desean justicia y poder regresar a su país. El hombre que lo arrolló debe presentarse todos los viernes ante la autoridad

El futuro de una pareja venezolana, radicada desde hace 4 años en Ecuador, es incierto. Hace 8 días su hijo de 2 años y 11 meses murió arrollado por una camioneta, ahora ellos solo esperan justicia y en algún momento poder regresar a su tierra natal con las cenizas de su niño.

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A las 17:40 del pasado jueves Andrés Alexander y su padre Derwis Isturiz Pérez salieron de su domicilio con la intención de recoger arena para el gatito que horas antes le había regalado, apenas habían cruzado la calle cuando fueron embestidos por un carro blanco que, al parecer, intentaba dar retro. Ocurrió en el bloque 10 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil. El niño iba de la mano de su papá.

Con la muerte de su único hijo, la vida de los extranjeros ha dado un cambio radical. Confiesan que el dolor no solo les ha quitado las ganas de trabajar, también el deseo de volver a ser padres.

Dentro del parte del accidente se detalla que por causas no determinadas el vehículo se desplaza atropellando al menor de edad.

Derwis Isturiz Pérez recibe el consuelo de su madre, Heidy Isturiz.Anny Bazán

 “Mi hijo era mi ilusión, el centro mi vida, me hizo responsable, era todo para mí, quien me daba fuerzas para levantarme, pese a las dificultades de vivir en un país que no es el mío. No quiero volver a tener hijos, me da miedo pasar por un dolor similar, el tiempo que lo tuve traté de ser el mejor padre. No sabemos si regresar a nuestro país, estábamos aquí por él para darle un mejor futuro, él nació en Ecuador”, expresa entre lágrimas el venezolano de 24 años, mientras observa con tristeza el cofre de color café donde reposan las cenizas de Andrés.

Sharon Guevara, madre del pequeño, cuenta que el deseo de su ‘príncipe’, como lo llamaba de cariño, era ir a la escuela y ellos con ilusión esperaban el próximo período lectivo para matricularlo en un plantel cercano a donde residen. El 20 de julio Andrés cumplía 3 años, para ese día sus padres y su abuela paterna, Heidy Isturiz, habían planificado una reunión para festejarlo. El progenitor trabaja como estibador y la madre como asistente doméstica.

El gatito que horas antes el padre le había regalado a su niño.Anny Bazán

“Mi nieto era un niño alegre, con su sonrisa nos llenaba de ilusión. Solo queremos justicia, ya no podemos regresarlo a la vida. Solo le pedimos a Dios que nos dé fortaleza. Sus padres decidieron cremarlo para el día en que nos vayamos llevar sus cenizas”, manifiesta Heidy.

Jarold Ávila, el hombre que manejaba la camioneta que acabó con la vida del menor de edad, fue detenido por moradores y entregado a la policía. Sin embargo, en la audiencia de formulación de cargos, en donde fue procesado por el delito de muerte culposa, le dictaron medidas cautelares, deberá presentarse todos los días viernes en la Fiscalía en la que se tramita la causa, cuya instrucción fiscal durará 30 días.

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