La vivienda ubicada en las calles Leonidas Plaza, entre Huancavilca y Ayacucho, centro-sur de Guayaquil, donde el pasado viernes 1 de septiembre fue asesinado Deiker, quien justo ese día celebraba 7 años de vida, y además resultaron heridas otras dos personas, permanece con candado. El temor a que una tragedia similar se repita sacó corriendo a quienes allí habitaban.

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La tarde de este lunes personas cercanas al menor de edad recibieron mensajes y llamadas a sus celulares donde les advertían que iban a producirse nuevos atentados en contra de ellos y es por eso que decidieron refugiarse en otro inmueble, aseguró un familiar de las víctimas a este Diario.

“Tuvieron que irse de aquí, porque ya era peligroso, cada vez que se estaciona un carro pensamos que alguien se va a bajar a darnos bala. El atentado del viernes fue perpetrado por cuatro hombres a bordo de una camioneta blanca, bajaron los vidrios y nos dispararon como locos, no les importó que había niños, lamentablemente el cumpleañero llevó la peor parte”, manifestó un allegado de los baleados.

Contó que ese día sus seres queridos se reunieron en la casa de sus tíos, como todos los años, para festejar a Deiker, quien era hijo único de su prima y que presuntamente el hecho violento se produjo porque una organización criminal quiere apoderarse del territorio para el expendio de droga. “Piensan que la gente del barrio es de Los Lobos, pero mis familiares no son de ninguna banda, nos dicen que quienes cometieron el atentado son Águilas”, aseguró el pariente.

La casa de una planta donde se realizaba el ‘cumple’ del menor de edad está ubicada en un sector de la ciudad donde personas se dedican al arreglo y venta de accesorios de vehículos.

El temor a que se produzca otro atentado también ha contagiado a la gente que trabaja en esta zona porteña. “Venimos a ‘camellar’ con recelo, no sabemos lo que pueda pasar, pero no nos podemos quedar en casa con los brazos cruzados, pago local y vivo de esto. Nos dicen que el atentado donde murió el niño podría tener relación con la ‘vacuna’, cualquiera que sea la razón es un peligro”, aseguró Manuel, quien arregla chapas de vehículos en ese sector.

El niño fallecido residía a seis cuadras de donde celebraban su cumpleaños. Sus restos fueron sepultados la tarde de este lunes en un cementerio de Guayaquil. Su abuela paterna contó que decidieron festejarlo en dicha casa con la intención de que el niño pasara una tarde y noche de diversión junto a sus primos.

“Recién le íbamos a cantar el cumpleaños. Estábamos tan contentos, le preparamos un dulce de tres leches y arroz con pollo. Recogimos dinero para agasajarlo, pero un día tan especial terminó en tragedia”, manifestó con tristeza la señora.

Con la muerte de Deiker son más de 170 los menores de edad que han sido asesinados en Ecuador en lo que va de este año.

El día del suceso, agentes recogieron seis indicios balísticos calibre 9 milímetros. De acuerdo a información policial, los criminales buscaban a un familiar del pequeño. Una de las víctimas, de 45 años, tío del menor, aún se mantiene en estado crítico, debido a que recibió un tiro en la cabeza. La otra allegada fue impactada por un proyectil en una pierna, pero le dieron de alta. (AEB)

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