La tragedia provocó un triste despertar, entre fuego y muerte, en el campamento Jesús de Nazareth, en la comuna de Alto Hospicio, Región de Tarapacá, en Chile. Allí, 9 ecuatorianos perdieron la vida luego de que un incendio provocara la destrucción total de 4 viviendas en donde se acoge a familias procedentes de otros países.

Entre las víctimas se encuentran dos lactantes, tres niños más y cuatro adultos. Hasta el cierre de esta edición, ninguno había sido identificado aún, debido a la confusión que existía y por el estado de los cuerpos.

Según reportes oficiales, la emergencia se habría iniciado en plena madrugada y mientras todos dormían, pasadas las 04:30 de ayer viernes, en una vivienda de construcción ligera. Debido al fácil material de combustión de las casas, el fuego se propagó con rapidez a otros tres inmuebles.

El comandante Jorge Carrasco, de la 3ª Comisaría Alto Hospicio, explicó que “un fuerte ruido de explosión que ocurrió al interior de uno de los domicilios” alertó al personal de Carabineros que se encontraba cercano al lugar.

Claudio Méndez, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos Alto Hospicio, informó que luego de que el fuego fuera controlado, personal de Bomberos encontró seis víctimas fatales, dos menores y cuatro adultos.

Sin embargo, horas más tarde la Fiscalía de Tarapacá confirmó el hallazgo de otros tres fallecidos, elevando las víctimas a 9: dos lactantes, tres niños y cuatro adultos, según lo confirmó la fiscal jefe de Alto Hospicio, Virginia Aravena. Además, hay otros cuatro lesionados cuya condición es estable.

De acuerdo con la información entregada por la fiscal Aravena, en la vivienda afectada se encontraban alrededor de doce personas, al parecer de origen ecuatoriano, por los documentos que se hallaron en el lugar.

Por orden del fiscal de turno el Labocar de Carabineros quedó a cargo de los peritajes en el sitio donde ocurrió la tragedia que enluta a ecuatorianos y chilenos por igual.

José Miguel Carvajal, gobernador Regional de Tarapacá, mostró su pesar por el suceso y dijo que fue “devastador despertar para la región (...). Podrán existir muchas palabras para hablar de la necesidad de viviendas, pero ninguna palabra para este gran dolor de esos angelitos (en referencia a los niños fallecidos)”.

En tanto que Gonzalo Prieto Navarrete, sociólogo y máster en Medio Ambiente: Dimensiones Humanas y Socioeconómicas, señaló en su cuenta en Twitter que “no es solo triste lo del incendio en las tomas de Alto Hospicio, también es frustrante. No solo se trata de decir vivienda digna, también de saber cómo, cuándo, dónde y cuánto nos cuesta reducir la brecha y apurar el tranco en reducir los déficit”.

Al respecto, según informó la agencia EFE, Chile arrastra desde hace años un déficit habitacional, que se ha agravado tras la ola de protestas de 2019, la pandemia y la llegada masiva de migrantes a través de pasos fronterizos en la frontera norte, principalmente venezolanos.

El número de familias que viven en campamentos irregulares aumentó en 2020 un 74 %, lo que supone un máximo histórico desde 1996, de acuerdo a un reciente estudio de la organización Techo.

La mayor concentración de campamentos en Chile se encuentra en la región de Valparaíso (29,2 %), en su mayoría construidos con materiales rudimentarios y contrachapado en las laderas vacías de cerros y quebradas, de acuerdo al mismo informe.