Rosario Pumasunta se arrodilla y pide a Dios que no pase nada malo cuando hay una tormenta eléctrica. Ella es moradora de La Argelia, en el sur de Quito, un sector ubicado en la cima de una montaña.

La adulta mayor recuerda que el 7 de enero observó caer un rayo cerca de su casa. Luego escuchó un estruendo y las alarmas de algunos vehículos empezaron a sonar.

Minutos después, vio en el chat comunitario que un joven estaba inconsciente en el puente peatonal sobre la Simón Bolívar. Se trataba de Esteban Ami, un estudiante de colegio que fue alcanzado por una descarga eléctrica y murió.

Tenía 17 años y su anhelo era ser boxeador profesional. Vivía con su madre a una cuadra de donde ocurrió la tragedia.

¿Cómo se origina un rayo?

Rosario camina por el puente peatonal y conversa con Genoveva Tapia sobre este hecho. Ambas tratan de comprender cómo habría ocurrido y coinciden en que Esteban estuvo en el momento menos indicado. “Son cosas de Dios”, asegura Rosario.

El ingeniero eléctrico Juan García explica que un rayo puede alcanzar distancias de 150 kilómetros con una velocidad que supera los 200 mil kilómetros por hora.

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Estas cargas eléctricas, originadas en las nubes, cuando tienen contacto con el suelo buscan el sitio con menor resistencia eléctrica para impactar. “Hay que tomar en cuenta que ocurren de tres a cuatro descargas en el mismo rayo”.

El experto, tras analizar el caso de Esteban, indica que según las condiciones atmosféricas y los elementos que hay en el lugar, su cuerpo fue el que menos resistencia eléctrica tenía en comparación al puente elevado y los árboles que lo rodean.

García también precisa que la intensidad de la corriente que puede tener un rayo es de 30 mil amperios. Añade que el cuerpo humano puede soportar hasta 10 amperios, porque el impacto “produce un paro cardíaco, que dificulta la reanimación de la persona”.

Para hacerse una idea, según el National Electrical Code (NEC), en los hogares los circuitos eléctricos suelen manejar corrientes de 10 a 30 amperios por circuito. Esto significa que 30.000 amperios equivaldrían a la corriente de 1.000 hogares funcionando al máximo de su capacidad.

¿Cómo evitar tragedias?

El rescatista y docente universitario Christian Rivera señala que las tormentas eléctricas son una amenaza natural recurrente en la capital y que en la última década 56 personas han sido impactadas por un rayo, de las cuales tres han muerto.

La mayoría de casos han sido reportados en las zonas altas de la capital. Por eso, el experto recomienda tomar precauciones cuando existe una tormenta acompañada de relámpagos.

Rivera señala que si la persona se encuentra atrapada en medio de una tormenta, lo mejor es ponerse de cuclillas, unir los talones y tratar de avanzar de manera lenta a un lugar seguro.

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