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La menor habló con su maestra de escuela sobre lo que le ocurría.Foto referencial

Tío amenazaba con golpearla con un cable si la niña confesaba que él la violaba

El caso ocurrió en Nueva Loja, Sucumbíos. El autor del delito fue sentenciado a 22 años de prisión. Las agresiones sexuales se dieron durante 5 años.

Por Emerson Rubio

12 de mayo, 2021

Amenazaba con golpearla con un cable si hablaba... una menor de edad, en Nueva Loja, Sucumbíos, vivió durante cinco años una verdadera pesadilla. Su tío materno, Reymundo, la violaba. Y este 12 de mayo de 2021, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que el hombre fue sentenciado a 22 años de prisión por aquel delito. Según el boletín, el fiscal especializado en Violencia de Género, Ramito Cuenca, demostró en la audiencia de juicio la responsabilidad del procesado, de 25 años.

2013. La niña apenas tenía 6 años. Su madre se fue a vivir en Machala y la pequeña quedó al cuidado de su abuela, quien residía en el recinto Nuevos Horizontes, parroquia Santa Cecilia. El sujeto aprovechaba cuando la menor estaba sola y la violaba. Y luego... silencio. Él la amenazaba con maltratarla. Por eso la víctima no había confesado lo que atravesaba.

El procesado fue sancionado con base en el artículo 171, inciso primero, numeral 3, del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

El fiscal Cuenca demostró que estos hechos fueron recurrentes. Y en el comunicado se detalla un dato más aterrador: la abuela de la niña conocía lo que ocurría y, sin embargo, prefirió mantener todo en secreto.

En 2018, la niña, que entonces tenía 11 años, decidió hablar. Narró el calvario que vivía a su maestra de la escuela, quien inmediatamente la acompañó a la Fiscalía para denunciar. El testimonio lo rindió en la cámara de Gessel. Y esta sería más adelante una prueba clave para que el fiscal obtuviera la sentencia por violación en contra de Reymundo. Además, la multa de 600 salarios básicos (240.000 dólares) y 5.000 dólares como reparación integral de la víctima.

Hoy, con 14 años, la menor sufre de trastorno de adaptación que se refleja en ansiedad, fruto de las agresiones sexuales.