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Paro nacional: Tenderos piden que dejen comprar la papa
Dueños de despensas dicen que casi no acceden a víveres. El paro tiene partidarios y detractores, pero piden que no haya escasez.
El martes, Andreína García estuvo por última vez en el mercado de Montebello, en el noroeste de Guayaquil, para adquirir víveres y abastecer su tienda. Suele comprar en una hora, pero ese día tardó cinco y vino con menos cosas. ¡Qué relajo!
La comerciante no ha vuelto al centro de abastos. No quiere salir con cara ‘larga’ por los altos precios que tienen varios productos. Prefiere esperar al fin de semana o al lunes “a ver qué pasa”.
Está de acuerdo con las manifestaciones que lidera el pueblo indígena. Cree que el Gobierno tiene cosas que mejorar. Sin embargo, le disgusta que por las paralizaciones suban los alimentos.
“Está caro todo”, se quejó. Ahora le toca invertir más: el saco de pimiento vale $100 frente a los $20 de antes. Y la caja de tomates pasó de costar $ 19 a $ 60.
María Lema, quien tiene una despensa en el suburbio de la urbe, a unas cuadras de la de Andreína, no le para ‘bola’ al paro. No ha estado pendiente de las movilizaciones porque lo que le interesa es ‘camellar’.
Lo que sí lamentó es que las huelgas los están dejando sin cosas que vender. Ayer su proveedor le dejó unas cebollas y tomates chiquititos, como pelotas de golf. “Esos son costeños, de aquí, por eso es que hay unos que otros”, comentó al acomodarlos.
No le llegaron productos como hierbita, yuca y choclo. Quienes le entregan las legumbres ya casi no van. Le dicen que no los dejan pasar hacia la Sierra y que está ‘fregado’ obtener la mercadería.
Para ella es difícil continuar así, pues la mayor parte de sus ventas se basan en ese tipo de productos. Sus clientes son las amas de casa que cocinan día a día.
José Paladines, quien junto a su esposa también es tendero, explicó que en el mercado de Montebello, además de haber menos comestibles, otro inconveniente es que los mayoristas se quedan con gran parte de lo que llega en los camiones.
La situación ocasiona que no puedan adquirir directamente los víveres, sino que deban obtenerlos a través de intermediarios o de comerciantes de mercados más pequeños de la urbe. Esto, al mismo tiempo, provoca que deban pagar más.
“Deberían hacer una lista de precios para el mercado y para las tiendas”, recalcó el ciudadano. Él y su esposa, al igual que Andreína, opinaron que hay razones para manifestarse, pero no con bloqueos.
OPERATIVOS
El martes, cuando un grupo de protestantes se concentraron en el mercado para impedir el paso a comerciantes, agentes policiales llegaron a recuperar el orden y se mantienen en el sitio.
El gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, indicó en Twitter que allí se mantienen los controles de precios. La institución a la que representa iba a informar en las próximas horas detalles de estas acciones.