La desgracia ocurrida en el volcán Chimborazo, el domingo 24 de octubre, que cobró la vida de tres andinistas y la desaparición de tres más, posiblemente tenga una explicación desde la cosmovisión andina.

Durante ese fin de semana, una avalancha sorprendió a los excursionistas, evento que dejó a otras personas heridas. Todo un contingente se desplegó para su localización tras conocerse de esta situación.

Sin embargo, pese a que se detalló que esto se produjo por algo meramente natural, para Valeriana Anahuarqui, yachak del pueblo Puruhá, lo ocurrido es otra muestra de que la Pachamama está enferma por tanta contaminación y abuso por parte de los seres humanos.

“Creo que la gente no logra entender lo que es vivir en armonía. Nuestra Pachamamita carga tanta depredación, abuso, la llenamos de basura, y es la forma como se manifiesta”.

Según la cosmovisión andina, todo lo que existe tiene vida y energía. Por tanto, las montañas se consideraban apus (espíritus) que cuidan y protegen.

“Al Tayta Chimborazo hay que respetarlo y amarlo. Es el padre de donde nace el agua que nos alimenta”, indica Anahuarqui.

Pero cuando esta energía no está equilibrada, el Tayta muestra esa furia a través de manifestaciones que afectan a quienes lo visitan. “Para abrazar la energía de nuestro padre hay que ingresar pidiendo permiso, eso es como que yo fuese a su casa y entrara a la fuerza, él se enoja”, asegura la sabia.

Y precisamente, Kléber Gualavisí, líder del grupo de excursionistas y uno de los fallecidos, hizo un video en el que se veía cómo pedía a la Pachamama que mejorara el clima el pasado domingo.

Todo sin imaginar que horas más tarde una avalancha terminaría con su vida y la de varios de sus acompañantes, entre ellos un menor de edad.

Anahuarqui asegura que siempre que alguien toma energía de un lugar debe haber reciprocidad, otro de los principios del mundo andino. “Por eso al Tayta se le ofrendan cosas dulces, chichita de jora, él nos brinda tantas cosas, pero nosotros no damos nada y así no funciona”, insiste.

Búsqueda no ha terminado

José Santín, bombero de Cayambe que participó en la extracción de los tres cadáveres, detalló que las tareas de búsqueda solamente están aplazadas.

Esto debido a las condiciones climáticas. Lo que se está realizando son tareas de monitoreo día a día.

Sin embargo, no hay una fecha exacta para retomar un rastreo presencial.

Con respecto al deceso de los andinistas, el rescatista destacó el papel que realizaba Gualavisí. “Era una persona que amaba lo que hacía y siempre podíamos contar con él para alguna actividad en alta montaña”.

El uniformado dijo que cuando se enteró de la tragedia, fue un golpe bastante fuerte tener que ir a buscarlo y luego sacar los restos para llevarlos con sus seres queridos. (PO/MAG)