Marvin Quelal tiene un sueño: ser inmortalizado en una estatua como el mejor tatuador de Quito.

Sin embargo, dicho anhelo casi fue ‘truncado’ por un hombre a quien consideró un gran amigo. Este le habría invitado a su casa para que Marvin pintara un mural pero, en lugar de eso, le apuñaló tres veces en las costillas, el pulmón y en su brazo izquierdo.

La última herida es la que tiene preocupado al artista, de 30 años. Los doctores tuvieron que abrirle el antebrazo para suturar un nervio que se rompió. El diagnóstico fue que no podría mover la extremidad por más de dos años.

Marvin lloró al recibir la noticia, pero se propuso continuar con su trabajo para cumplir el objetivo de verse en un monumento de mármol en El Ejido.

Por eso, luego de que saliera de la sala de emergencias del hospital Eugenio Espejo y, a pesar de que el galeno le advirtiera que sus heridas le causarían malestar durante 90 días, el artista decidió volver a usar su imaginación con una máquina de tatuar. Marvin se especializa en el estilo Freehand, el cual consiste en marcar la piel sin ningún diseño previo o alguna referencia impresa. Es decir, el tatuador utiliza su creatividad y la plasma directamente en la piel del cliente.

Sin embargo, no ha sido fácil. El hombre debe utilizar el brazo afectado para manipular las tintas y para limpiar la zona del cuerpo que está tatuando. Para hacerlo se apoya con su mano derecha. Luego la extremidad izquierda la presiona contra su abdomen porque le duele la herida en el estómago.

Actualmente divide su tiempo entre tatuar y seguir el procedimiento judicial en contra del agresor. El hecho sucedió el domingo 4 de octubre, pero la pesadilla todavía no ha terminado.

CERCA AL ENEMIGO

Marvin recordó que la noche de la agresión estaba sentado en una cama junto a su atacante, cuando de repente, este último se lanzó encima de él y le clavó la primera puñalada en el abdomen. El tatuador intentó alejarlo, pero continuó con la agresión. En un intento por defenderse, Marvin puso el brazo derecho y recibió otra puñalada. “Sonó como cuando chocas un cuchillo contra la pared y me dolió mucho”.

El herido quiso huir, pero recibió la última ‘estocada’ en la espalda, quedándose el puñal incrustado en esa zona.

Mientras agonizaba vio que ingresaron familiares del agresor y lo detuvieron. Marvin recuerda que cuando lo llevaban al hospital, una mujer le decía que lo habían apuñalado por intentar robarle. “Querían lavarme el cerebro”.

Cuando se despertó, su esposa, Cristina Muñoz, estaba a su lado atendiéndolo. La mujer le preguntó quién le había hecho eso y Marvin, con sus últimas fuerzas, dijo: “Fue Omar”. La pareja espera que con las pruebas entregadas a la Fiscalía les den la boleta de captura en contra del sospechoso.

NADA LO DETIENE

El tatuador reconoció que el ataque lo volvió más autosuficiente para realizar su trabajo. Antes les pedía a su esposa o a sus compañeros que lo ayudaran preparando la estación donde se tatuaba el cliente. Ahora, con ‘chulla mano’ él lo hace todo. “Me demoro el mismo tiempo que antes. Además, la técnica que utilizo me permite explotar más mi brazo derecho”.

Hasta el momento ha tatudo a más de 20 personas desde que ocurrió el ataque. Ha descubierto nuevas formas de plasmar su arte en la piel. “Mejoré en la simetría y proporción de los diseños”.

MAS DETALLES

Reconocido

Marvin Quelal es popular en la industria del tatuaje. Ha ganado varios premios internacionales e incluso fue parte del elenco en un capítulo de National Geographic.

Temor

El afectado dejó de ir al estudio donde trabajaba porque cuando salía del lugar veía que dos motorizados lo seguían.