Cuando el futuro es incierto y la ‘huesuda’ respira en la nuca, todo recurso puede ser válido para los humanos...

La quiteña Daniela Terán dice que cuando sintió a la muerte cerquita de su familia, el tarot se convirtió en una fuente de milagros y fe, sobre todo por la COVID-19.

Su padre, de 85 años, contrajo el virus en la primera ola. Estuvo hospitalizado en terapia intermedia, conectado a un respirador durante 12 días, pero la ‘libró’, como lo predijeron las cartas.

“Él padece de diabetes, hipertensión, artritis y osteoporosis. El primer síntoma que tuvo fue dolor de espalda. Consulté con una tarotista y ella me dijo que en efecto se veía hospitalización, pero que guardara la calma porque evolucionaría bien”, detalló.

Según ella, las cartas le revelaron que a pesar del cuadro clínico de su padre, este se recuperaría porque era fuerte y quería seguir viviendo.

“Escuchar esto me devolvió la seguridad y la fe. Ahora, él está en casa con nosotros”, concluye la joven.

En la capital, no solo Daniela ha optado por consultar con el tarot sobre el destino de aquellos que se han contagiado en la pandemia.

El 'as' que la libró de la COVID-19

La fe que Martha Aguilar le profesa al tarot es inquebrantable, porque gracias a esta práctica milenaria se salvó de infectarse con el virus.

Hace unos 20 días recibió una oferta de trabajo por parte de una amiga, pero antes de aceptarla acudió a las cartas. “Siempre que tengo oportunidades laborales lo hago. Me quedé sorprendida porque el tarot me decía que no aceptara, porque me daría COVID-19. Así lo hice y a los dos días mi amiga me llamó para contarme que estaba contagiada”, relata sorprendida.

Poderes ocultos

Paulina Paredes es profesora de magia, alquimia y sistemas de sanación. Se dedica al estudio y lectura del tarot, velas y otras artes desde hace 30 años.

Según la experta, en tiempos de pandemia las consultas más recurrentes han sido por salud, trabajo y dinero.

“La gente le teme a la muerte. Por medio del tarot terapéutico se identifica si la persona está enferma, indica posibles soluciones, da indicios de tratamientos, muestra las zonas más afectadas, pero no dice cuándo morirá, porque esta fecha cambia de acuerdo a sus acciones”, afirma.

Según Paredes, ha visto a través de sus naipes la sanación. “Una señora me consultó si su esposo sanaría del virus y el tarot me mostró que a los cinco días saldría vivo del hospital, siempre y cuando fuera a una casa de salud privada. Ahora este señor está recuperado completamente”, cuenta.

En otro caso vio que una viejita ya no quería luchar por su vida, estaba cansada y pronto partiría de este mundo. Su nieta estaba resignada, pero no sabe cuál fue el desenlace, finaliza.

Ojo con los charlatanes

No todo lo que brilla es oro. En redes sociales y anuncios callejeros se ofertan diversas curas, amarres y sanaciones. Los ‘falsos profetas’ timan a los creyentes.

Paulina Paredes, la profesora de magia, da cuatro pautas para identificar a estos charlatanes:

1. Si le quiere ‘marear’ diciéndole: parta las cartas con la mano izquierda si es casado, y con la derecha si es soltero... ¡huya! Solo quiere sacarle información.

2. Le dirá que tiene problemas para que ‘afloje’ información, producto de su desesperación.

3. Si en el consultorio encuentra figuras de todos los seres divinos habidos y por haber, está en el lugar incorrecto, porque los verdaderos tarotistas respetan una sola creencia.

4. Si el brujo le dice que todo lo que sale en las cartas es malo, es porque quiere engancharle como cliente vitalicio y le ofrecerá baños milagrosos, amarres y otros falsos artilugios.

Como lo dice Paredes, el objetivo del tarot no es decirle qué hacer con su vida, sino enseñarle una vía alterna para romper el círculo en el que está viviendo.