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Algunos usuarios se treparon ‘al vuelo’ a los buses. No querían quedarse botados y sin el servicio de transportación pública.Romina Almeida/Extra

‘Sopla’, que te deja el bus...

Ciudadanía ‘voló’ en sus actividades por el ‘camello’ a media llave de los choferes, quienes desde el 21 de mayo trabajarían hasta el mediodía, en Guayaquil

Marina Barros, de 70 años, apresuró sus pasos para asegurarse su regreso a ‘caleta’, ubicada en Colinas de la Alborada, norte de Guayaquil.

Ella fue hasta el centro de la urbe para hacer compras. En la calle Rumichaca y Luque esperaba el bus 84 o 47. “Sí he visto movimiento. A esta hora, cuarto para las doce, la gente se está retirando. Yo estoy preocupada porque tengo media hora y no pasan las líneas en las que me transporto”, contó la septuagenaria.

A Andrea Saraguro le tocó salir de su vivienda, vía a la Costa, a las 08:00.

Su plan inicial era hacer unas diligencias al mediodía, pero tuvo que adelantar su agenda por la medida anunciada el jueves pasado por la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug): prestar sus servicios a la ciudadanía solo de 04:30 hasta el mediodía.

La resolución fue tomada por la falta de respuesta de las autoridades locales que regulan el servicio. El gremio desea la revisión de las tarifas para compensar el incremento del diésel, es decir, ellos piden aumentar el valor de los pasajes.

Saraguro, de 40 años, aseguraba haber visto en la avenida José Rodríguez Bonín (prolongación de la calle Portete) una fila de camionetas listas para hacer fletes y movilizar a las personas que en la tarde no tendrían cómo volver a sus respectivos hogares.

Francisca Delgado (50) está de acuerdo con el alza de los pasajes y se pone en los ‘chuzos’ de los conductores, quienes tienen familia, gastan en el mantenimiento de sus buses y tienen que comprar repuestos.

“Que lo suban a 35 centavos. Allí se podría pagar. Algunos tomamos bus a diario y no ganamos el sueldo básico. Otra cosa que veo es que ya pasó el mediodía y siguen cogiendo pasajeros. Es que ellos no pueden darse el lujo de parar la jornada”, opinó Delgado, quien esperaba la 90 en Esmeraldas y 9 de Octubre.

Hacia Bastión Popular se dirigía Eduardo Flores (25), quien esperaba en Rumichaca y Vélez la 83. Él es empático con los choferes de buses. “Ellos luchan por sus derechos. El Gobierno debe facilitarles las cosas, pero que el pueblo no pague los platos rotos. Sube el combustible y todo se pone caro, pues hasta las lanchas de pesca lo necesitan. Suben los pescados y otros alimentos”.