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Judicial

Los familiares de Darwin Figueroa anhelan que se abra un nuevo expediente por la autoría intelectual del asesinato.JIMMY NEGRETE

Sombras de un crimen en Santa Elena

Los familiares del guayaquileño Darwin Figueroa lamentan que el principal sospechoso de su asesinato, en un hostal de la Península, siga libre.

Deseaba volver a su vida anterior: ser su propio jefe y contratista de maestros electricistas, en España, pero no contaba con la documentación legal para viajar. Es por eso que desde el año pasado buscaba encontrar el tiempo para arreglarla. Sin embargo, sus ocupaciones en un ‘chongobar’ lo tenían ‘esclavizado’.

De día, el guayaquileño Darwin Luis Figueroa Rivera, de 47 años, era albañil y trabajaba en la ampliación del pequeño hostal Las Banderitas, en Santa Elena. Por las noches, era administrador del sitio de diversión nocturna, en el mismo predio.

Y fue en una jornada de labores, la noche del sábado 13 de marzo de este año, que se truncaron sus sueños. Se desvanecieron junto con su vida. Fue asesinado de un tiro, presuntamente por un individuo que llevaba una semana hospedado en una de las habitaciones que Figueroa había edificado con sus manos.

La víctima anhelaba viajar a España, pero lo mataron antes de que pudiera arreglar sus documentos legales.

Este sujeto, identificado dentro de la causa judicial como el presunto autor material, es Jonathan Israel Torres Zamora. Él se encuentra procesado, pero en ausencia, pues a pesar de que existe una boleta de captura girada en su contra aún no ha sido localizado. Esto genera un sabor amargo a sus familiares, confiesa Luis Figueroa, el padre del fallecido.

Quien sí fue ubicada es Allison Elizabeth Bravo Pólit, la pareja del principal sospechoso. Ella habría presenciado el asesinato y, según versiones que constan en el expediente del caso, hasta se habría mofado del hecho.

No obstante, ella no recibió orden de prisión preventiva, sino otras medidas cautelares, como la prohibición de salida del país y la presentación periódica en la Fiscalía que lleva la causa, la de Manglaralto, en la Península.

La víctima deja tres hijos en la orfandad, uno de ellos menor de edad.Cortesía

Dudas de familiares

Los parientes de Darwin Figueroa esperan que también se aclare la verdadera motivación del crimen, porque a ellos no los convence la hipótesis de la discusión por unos perros. Para ellos, esa habría sido la excusa para generar el momento oportuno para el crimen.

Luis Figueroa cree que no fue coincidencia que el presunto autor material del asesinato se hospedara una semana en el sitio y que, durante ese tiempo, no mantuviera una buena relación con su hijo. Para Alexandra Figueroa, hermana de Darwin, detrás habría existido otra persona que ordenó o planificó el asesinato.

Es por eso que la Fiscalía llamó a rendir una versión a Freddy Pachay Rodríguez, el propietario del hostal, porque fue él quien recibió al sospechoso a su arribo y no lo habría registrado. Ante las preguntas de las autoridades, él respondió que Torres había llegado como huésped.

Además, enfatizó que no habría tenido ningún problema con Darwin y que tampoco conocía de “la relación sentimental que mantenía su esposa, Patricia Araujo, con él”.

Alexandra Figueroa menciona que tras la muerte de su hermano se habrían enterado de que ella tenía cónyuge, porque en realidad pensaban “que era la esposa” de Darwin.

En la versión rendida por la mujer, que consta en las carpetas del caso, ella niega haber mantenido una relación con Figueroa Rivera, pero su hijo, Jhonny González, la contradice en su declaración. Él habló que sí hubo una historia sentimental entre los dos y comentó también de una supuesta insinuación que habría hecho Pachay, de atentar en contra de la víctima.

Sin embargo, eso fue negado en su relato rendido en el Ministerio Público, en el que mantiene que el día del crimen no estaba en Ecuador, sino en su apartamento en Nueva York. Eso fue verificado.

Para los familiares de Darwin aún existen dudas por esclarecer y anhelan que se abra una nueva investigación. Esta vez, por autoría intelectual.

La víctima dejó tres hijos, uno de ellos menor de edad. También un nieto.

Cámaras dañadas
La noche del crimen, las cámaras que apuntan al lugar de los hechos supuestamente se dañaron. Sin embargo, Alexandra Figueroa menciona que existe la posibilidad de que la grabación hubiera sido alterada antes de la llegada de los agentes, de acuerdo a peritos consultados. Además, le habrían informado que el modelo del dispositivo no permitía hacer una recuperación de la información.

La pariente también revela que se pretendería vender el vehículo utilizado el día del crimen, porque les llegó información de que un mes después del asesinato fue matriculado y que está al día en sus valores.

Este 15 de septiembre se conocerá si los únicos procesados de este caso serán llamados o no a juicio.