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Personaje
De sobrevivir al atentado de las Torres Gemelas a conmemorar a las víctimas de Alausí
El artesano Marcelo Urgiles vivió sus propias desgracias, las cuales le sirvieron para ser más sensible con las tragedias ajenas. Es un incansable creador de proyectos que ponen en la lupa a su cantón. Hasta creó un tren
Los colores rojo y verde ondean sobre el puente negro de Alausí, provincia de Chimborazo. La bandera flamea al viento y es como si este símbolo les ‘hiciera barra’ a los operadores de las maquinarias mientras excavan, tratando de hallar los 10 cuerpos que aún faltan de las víctimas mortales del alud que enlutó a este cantón el 26 de marzo pasado.
Aquel estandarte fue colocado al mes de la tragedia. Marcelo Urgiles , de 44 años de edad, fue su mentalizador y artífice.
Afirma que no es ajeno a las desgracias, pues a él le tocó vivir una histórica: fue uno de los sobrevivientes del atentado de las Torres Gemelas ocurrido el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York (EE. UU.).
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“Tenía 22 años. Estaba dentro de la torre norte (el primer blanco), trabajaba en una demolición, era el piso 17 o 27, no recuerdo. Los jefes decían: ‘A evacuar, dejen todo, salgan por las escaleras’. Eran las 08:45”, relata.
Marcelo corrió hasta el parque de Wall Street y a las 09:15 vio el choque del avión contra la torre sur. “Los que estaban en los pisos más altos se cubrían las caras con sus camisetas y se lanzaban por las ventanas. Dios me dio otra oportunidad de vida”.
Para llegar a EE. UU., el alauseño lo intentó en dos ocasiones, de manera ilegal. En la primera lo regresaron. La segunda vez viajó por Guatemala. Salió el 2 de abril de 2001 y llegó el 20 de mayo.
“Parte de la travesía fue en barco. Estuvimos metidos en bodegas ocho días, cruzamos la frontera con México, el desierto de Arizona, nos persiguió Migración, pero llegamos. Nos enfermamos y hasta nos llenábamos de garrapatas cuando nos tocaba dormir en los ranchos”.
Su gratitud hacia el Señor por su constante protección lo llevó a confeccionar el emblema de Alausí. “En el atentado de las Torres (Gemelas) se izó una bandera en medio del desastre. Quise hacer algo igual, en memoria de los que quedaron sepultados y sus familiares”, explica.
Dos banderas fueron colocadas en el puente. Una cubre casi toda la estructura, que mide 107 metros y tiene pintada la frase: “Vivirán por siempre en nuestros corazones”. Este emblema es un llamado a la unidad.
El otro, el que está izado y erguido, representa el estar de pie y seguir. Asimismo, explica que su posición hacia arriba señala al cielo, hacia Dios y los angelitos que están con Él.
- Proyecto en buen riel
Sus experiencias lo han llevado a moverse por su cantón y empatizar más con sus paisanos. Por eso ha realizado varios proyectos. Uno de ellos es la fabricación de un tren artesanal, de tamaño real y funcionamiento a motor o pedal. Él es su maquinista.
Inicialmente estuvo en Alausí, pero por el alud está ahora en Palmira, parroquia del cantón Guamote. El pasado abril cumplió un año de estar operativo. Marcelo, al enterarse del cierre de la compañía de trenes (principal atractivo turístico de Alausí), decidió crear su ferrocarril para que la economía y el turismo en su localidad no se frenen.
Una réplica de su transporte llegó a las manos del actor Will Smith, quien en 2022 estuvo en su cantón para hacer un documental de National Geographic. “Le di mi gorra de maquinista y un tren de madera. Le dije: ‘Este es un recuerdo de Alausí, de Ecuador’. Me agradeció y me dijo que somos gente buena”.
- Museo conmemorativo
Así como se hizo en la tragedia del 9-11 de Nueva York, el artesano propuso otra idea para su ciudad: un museo en memoria de los fallecidos en el deslizamiento de tierra.
Revela que el proyecto todavía no es público, pero que lo conversó con el actual alcalde, Remilgio Roldán, a quien le gustó la propuesta. “Allí (Nueva York) se recogieron entre los escombros un pedazo de uno de los aviones, prendas de vestir de las víctimas, entre otros objetos y con ellos se levantó una galería”.
Marcelo tiene álbumes, placas de carros, peluches, etcétera y anhela ponerlos detrás de unas vitrinas. “Los elementos no tendrán un valor económico, pero sí sentimental. Hay que ver el lugar. Puede ser en la zona cero o en algún bien del Municipio. Será una idea que dará frutos turísticamente hablando”, considera.
El artesano seguirá proponiendo ideas para que el mundo conozca a Alausí, no solo por la desgracia que le tocó vivir, sino también por su gente trabajadora y resiliente.
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