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El pequeño parque no es ocupado por niños ni adultos, sino por la maleza y los zancudos.CARLOS KLINGER

En la séptima etapa de La Alborada, los mosquitos se adueñaron de un parque

Las lluvias han hecho que la lista de deseos de los vecinos de la séptima etapa de la Alborada sea larguísima. Los pedidos más urgentes son iluminación, poda de árboles y control de vectores.

Elvia y su adorable mascota de 12 años llamada Mía estaban ‘alborotadas’. Ella limpiaba la sala durante la mañana y tarde del miércoles 22 de febrero, pero a las 17:30 estaba a punto de ‘tirar la toalla’. “Tuve que arreglar mi techo porque hace más de una semana (lunes 13) una rama que parecía un tronco cayó en la madrugada y perforó hasta la plancha de Eternit”, relata agotada.

Elvia se refiere a la caída de una parte de un gran árbol en el parque de la manzana 740 de la séptima etapa de la Alborada, cercana a la avenida Guillermo Pareja Rolando, en el norte de Guayaquil. Cuando esto sucedió, según la vecina, parecía que había ocurrido un sismo. “Eran como las 02:00 o 03:00 y yo pensé ‘Ay, esto es terremoto’, pero resultó que era una rama”.

Ahora, ella pide que ese árbol termine de ser podado porque teme tener que gastar una vez más en arreglos de su techo falso. “Es la segunda vez que pasa. La primera gasté 300 dólares y esta vez casi 100”.

"Aquí se han robado teléfonos mientras los vecinos vemos y solo tenemos que callarnos”.Elvia Moncada, moradora

Aunque Elvia cuida a las plantas y animales como si fueran su ‘tesoro’, está consciente de las consecuencias de la mala gestión del espacio verde que tiene justo frente a su vivienda.

A pesar de que el parque es pequeño, parecería ser el lugar con más mosquitos por metro cuadrado en la ciudad. La maleza ha crecido sin pedirle permiso a nadie y se ha adueñado del sitio, tanto así que María José Miranda y su bebé, a quien pasea en un coche, ya no pueden pasar por el lugar.

“De aquí he salido llena de picadas, pero aparte también es peligroso”, sostiene, debido a que varias lámparas de alumbrado público están quemadas y, aparte, algunos cables de energía eléctrica quedaron a un costado del parque luego del ‘remezón’ del gigante. 

Elvia tuvo que reparar su techo luego de la caída de una gran rama sobre su hogar, la madrugada del lunes 13.CARLOS KLINGER

Rosario, otra moradora, afirma que al pie de su residencia (a pocos metros del parque) le robaron dos veces los retrovisores del carro de un nuevo vecino.

“Aquí hay cámara, pero no funciona y el chico, aunque se le advirtió, fue el ‘pato’”. Ella asegura que la videocámara está desconectada, por lo que constituye solamente “un adorno”.

  • La dura de la cuadra

¡Mery, la ‘guardiana’ del barrio!

Mery es una mujer ‘bien parada’. Ella pide lo que su barrio necesita y sabe que tiene que luchar por ello. Reside en el sitio desde hace más de 20 años y reconoce que ahora la mayoría de sus vecinos son personas de la tercera edad. Ella dice que todos merecen estar tranquilos en su espacio.

¿Qué necesidades tiene su barrio?

Cuando se cayó la rama del árbol, les pedimos que lo corten completo porque eso va a seguir sucediendo. Sin embargo, no lo hicieron y esperan que pase otra vez. Además, los cables que se arrancaron se quedaron ahí en el piso y cualquier niño que pase podría tocarlos, por lo que podría presentarse hasta una tragedia. Hemos pedido por mucho tiempo que nos pavimenten el parque porque en invierno es lodo y en verano es puro polvo, pero solo ha quedado en solicitud porque nunca nos responden.

¿Se han comunicado con las autoridades?

Siempre, pero no atienden nuestros pedidos. Vienen a revisar y prometen que van a hacer algo, pero no hacen nada. Yo ando de un lado a otro. Si es a CNEL, ahí voy. También al Municipio. Durante los últimos cuatro años no se hizo ninguna obra aquí. En anteriores administraciones sí nos ayudaron. Aquí estamos personas solas, de la tercera edad, que por último tenemos que pagar para que nos vengan a ayudar.