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Segundo vuelo humanitario: ¡Ahora sí llegaron con los animalitos!
Los 209 ecuatorianos que huyeron de la guerra en Ucrania regresaron con al menos 30 mascotas.
Se esperan más retornos la próxima semana.
Janeth Burbano, madre de Christopher Núñez, estaba contenta de recibirlo. Fue una de los casi 200 familiares que acudieron ayer al aeropuerto Mariscal Sucre de Tababela.
Su hijo viajó hace tres años y medio a Ucrania en donde, según su madre, hasta tenía un vehículo que prácticamente tuvo que regalar.
Christopher es uno de los afortunados que pudo traer a su mascota que lo acompaña desde hace dos años, contó la madre. Se llama Tequila y es una de las alrededor de 30 que vinieron en el vuelo que salió la noche del viernes.
Contó que la travesía de su viaje fue de siete días. Tuvo inconvenientes en la frontera porque por su pasaporte electrónico creían que era ucraniano.
La mujer se comunicó con el canciller Juan Carlos Holguín, pidió ayuda y consiguió que su hijo saliera del país por otra frontera. Indicó que hubo muchos momentos desesperantes, especialmente cuando perdía la comunicación con él.
Ucrania sufre una invasión armada protagonizada por Rusia desde el 24 de febrero.
Huyendo
El vuelo humanitario en el que llegó el segundo grupo de ecuatorianos aterrizó cerca de las 10:30. Con los recién llegados ya son 457 los ciudadanos que han logrado arribar al país.
En el aeropuerto esperaron pacientemente, desde temprano, padres, hermanos, tíos. Sonny Paredes fue al aeropuerto para esperar a su hijo que vivía en Kiev, en la capital de Ucrania que aún no ha sido tomada por el Ejército ruso. Paredes esperaba decirle “hijo te amo mucho y me alegro mucho que estés aquí”.
Carolina Montaño, en cambio, fue a ver a su hermana Gabriela, quien estudiaba Medicina en Ucrania desde hace cuatro años. Con la llegada de Gabriela se terminó casi una semana de angustia, aunque lo más conveniente es salir, dijo.
Pero la mayoría no quiere hacerlo porque la vida allá es muy buena, según Antony Balseca, uno de los retornados. Él espera regresar a territorio ucraniano al terminar la guerra.
Su padre pidió a las autoridades que apoyaran a los estudiantes. Él se quejó porque su hijo tuvo que regresarse sin casi nada de sus pertenencias. Antony reiteró que las cosas las dejó encargando. Aunque al menos pudieron traer a sus mascotas.