Entre la tarde y noche del lunes Alexandra Piguave vivió las seis horas más angustiantes de su existencia. Las personas que secuestraron a su esposo, Wagner Rodríguez, le exigían 2.000 dólares a cambio de devolverlo con vida.

En su desesperación por precautelar el bienestar de su amado prestó dinero a sus familiares, pero aún así no logró completar la plata que le exigían los captores a través de mensajes de WhatsApp.

“Los secuestradores se comunicaron con una amiga. Amenazaban que por cada media hora que pasara le iban a cortar un dedo y hasta las orejas a mi esposo. También enviaron fotos de él tirado en el piso y amarrado. Fue una tortura”, manifestó Alexandra.

Wagner, de 52 años, trabaja realizando fletes en su camioneta blanca, doble cabina, y a las 15:00 del lunes fue contratado por una pareja que le ofreció 20 dólares por una carrera desde Flor de Bastión (noroeste) hasta la Alborada (norte) para trasladar una refrigeradora.

Apenas había avanzado una cuadra cuando la mujer, quien se sentó junto a él, sacó un arma de fuego y lo obligó a avanzar hasta una sector donde lo esperaban otros tres individuos.

“Me apuntaron con un arma y me pasaron al asiento posterior de la camioneta. Con la franela que limpio mi carro me vendaron los ojos, con cinta me ataron las manos. Luego me llevaron a una casa y allí me mantuvieron cautivo”, relató el desafortunado hombre.

Dentro de la vivienda, de paredes de zinc, donde estuvo por casi cinco horas, había una mujer y varios niños. “Le supliqué a la señora que no me mataran, que me dejaran botado en cualquier lugar, temí que me pasara lo mismo que al taxista que mataron en abril pasado”, manifestó aún asustado.

A las 21:00 los secuestradores lo subieron a una motocicleta y lo abandonaron en un sector desolado del bloque 16 de Flor de Bastión. Allí Wagner pidió ayuda a un morador y pudo comunicarse con sus familiares. La camioneta fue localizada en el mismo sector.

El teniente Alejandro Jarrín, de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Policía, informó que los secuestradores de Rodríguez podrían ser las mismas personas que el 20 de abril pasado secuestraron y mataron al taxista informal Juan Martín Villamar Castro, cuyo cuerpo fue hallado seis días después en el canal de la muerte, en el noroeste porteño.

“Realizamos las investigaciones para confirmar o descartar que son las mismas personas”, sostuvo el oficial de la Unase.