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En Sauces 5 se aíslan por el miedo a los robos
Levantaron muros y colocaron cadenas en las peatonales de 3 manzanas Otros rechazan la acción para no perder la libertad Piden atención a los concejales
Debido al miedo a la delincuencia que sienten los vecinos de Sauces 5, en algunas cuadras han tenido que tomar sus propias medidas de protección para evitar que los ataquen. Desde hace cuatro meses los vecinos de al menos tres manzanas (218, 211, 219) han empezado a levantar muros y a colgar cadenas en las peatonales, para sentirse a salvo en medio de tanta delincuencia. En los próximos meses, el plan continuará con la instalación de cámaras en los parques y peatonales
La iniciativa fue de los vecinos, quienes se pusieron de acuerdo para tomar esta medida que, reconocen, es extrema. Hay manzanas que lo analizan y otras que simplemente rechazan la idea para evitar estar todavía más aislados, argumentan.
Sin embargo, quienes sí dieron el paso son una veintena de familias que dicen estar hartas de los asaltos que se cometen en el vecindario, y que según las alertas y registros que llevan bordean los cinco, como mínimo, por mes.
“Nosotros tenemos que ver la manera de cuidarnos y es por eso que decimos autoaislarnos. Y es que si nosotros no nos preocupamos por nuestra seguridad, entonces nadie la hará. La ayuda hasta ahora no ha llegado”, precisa Roberto Páez, quien vive en la manzana 218, una de las ahora resguardadas con muros y candados.
Páez asegura que aceptó la idea de cerrar las peatonales que rodean su vivienda no solo porque teme por la vida de su hija, una menor de edad, sino porque ya un familiar suyo fue víctima de la delincuencia. “Hace unos meses a un sobrino lo asaltaron en esta cuadra en una moto. A partir de ahí decidimos cerrarle el paso a cualquier persona que no tenga nada que hacer por aquí. La decisión fue de todas las familias”, cuenta.
Ante esta situación los vecinos tomaron como medida reunirse y organizarse. Entre las familias que habitan en esa parte del vecindario recogieron dinero para colocar los muros y las cadenas.
“Aquí estábamos ya cansados de los robos que se reportaban. Habíamos visto cómo otros vecinos en Sauces 6 pusieron un cerramiento , así que decidimos unirnos como comunidad y recoger una cuota. Esperamos pronto poder instalar las cámaras, eso también lo haremos con autogestión. En realidad, aplicar tales medidas no es algo que nos agrade, pero es la única opción que tenemos para resguardarnos. Es tanta nuestra desesperación que ni siquiera hablamos con el Cabildo sobre si era posible colocar los muros o no. Acá nunca nos ven, ni nos escuchan”, dice el morador Andy Vera, quien afirma que cada vecino tiene su propia llave para entrar y salir, pero si viene alguna moto desconocida no la dejan pasar.
Ingrid Riera cuenta que no solo los robos son el problema. “Las motorizados de comida rápida pasan demasiado rápido por aquí, como si esto fuese carretera. Yo tengo un hijo que a veces sale a jugar en esta zona. Es un riesgo grande el que se corre. Ya no respetan nada. Con los muros nadie pasa”, sostiene.
Romina Sánchez, moradora de Sauces.
Para Riera, quien reside en la manzana 220, estas medidas tomadas han sido positivas, ya que han disminuido los actos delincuenciales. “Ya no se escuchan disparos, antes sí y constantemente. Creo que ha bajado un 60 % la delincuencia aquí”, calcula la mujer.
Sin embargo, Vera comenta que pese a que los motorizados desconocidos ya no ingresan a las peatonales, los hampones buscan la manera de hacer de las suyas. “En Navidad se robaron un carro de los parqueaderos. Eso nos indignó porque aunque nos esforcemos, ellos encuentran el modo de hacernos daño”. El vecindario recuerda que en los 10 últimos meses se registraron además dos asesinatos en un parque situado en la manzana 214.
“En el lugar mataron a dos personas. Ambas muertes fueron al estilo sicariato. Es una situación que nos tenía en zozobra. No queremos perder la convivencia, la vida en comunidad que por años hemos formado”, puntualiza Riera.
Pero en el vecindario, no todos están conformes con la medida tomada. La familia Ramos, por ejemplo, considera que no es justo y que es una medida peligrosa. “Yo tengo moto. Imagínese que por bajarme a abrir el candado aprovechen y se me la lleven. Definitivamente no es justo. No podemos encerrarnos por los delincuentes”, opina molesto Julio Ramos.
Andy Vera, morador del sector.
Que esa no es la solución al problema, añade. “Les estamos dando la victoria a los ladrones. Aquí quien debe actuar es la autoridad. No hay razón de perder la libertad”, argumenta.
Para los ciudadanos, que aseguran que la policía sí ejecuta controles, urge que los uniformados hagan trabajo de inteligencia en el sitio o con agentes camuflados de civiles, y que a la par los concejales se acerquen al vecindario a analizar medidas y estrategias que logren aminorar el riesgo a ser asaltados.