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San Valentín: los despechados de Quito celebran el día del amor y del ‘cuerpeo’
Fantasías para ‘soldados caídos’. Cupido pasó de moda y las sexoservidoras cumplen fetiches a los ‘morelios’ que fueron ninguneados por sus parejas en esta fecha.
Koliflor preparó un traje de policía para celebrar San Valentín con sus clientes. Quiere ‘castigarlos’ con ‘cuerpeo’ y que se lleven una linda experiencia en la cama.
La manabita, de 28 años, es una sexoservidora que en esta fecha le gusta complacer a los hombres que se pelearon con su pareja, a los ‘cachudos’ y a los ‘soldados caídos’. Trabaja en un night club de Carcelén, en el norte de Quito, y afirma que muchos despechados suelen llegar con las flores y chocolates que sus novias no les aceptaron.
Para algunos, Koliflor se convierte en un paño de lágrimas. Le cuentan sus pesares en el amor. “Llevan una cerveza al cuarto y relatan su novela”.
Mientras tanto, los deprimidos, según ella, aprovechan el momento para ‘vengarse’ de sus parejas o de los ‘cuernos’ que les pusieron y piden fantasías sexuales. Le suelen solicitar que juegue con los regalos fallidos.
Sin embargo, lo que más le piden es que se vista con trajes eróticos. Por eso, este martes 14 de febrero del 2023, ella tendrá ‘bajo la manga’ un vestido camuflaje para que sus clientes se deleiten con sus curvas y “olviden el despecho”.
Sin embargo, no todas las fantasías son placenteras, según la mujer, el último San Valentín, un cliente le pidió que mientras ‘cuerpean’ le deje comer un guineo. ¡Qué raro!
Esta y otras experiencias la han escuchado miles de seguidores de las redes sociales de Koliflor. Ella tiene casi medio millón de fanáticos en TikTok, en donde cuenta sus anécdotas como trabajadora sexual. “Hay marcas de lencería de otros países que quieren que sea modelo de sus productos”.
En el amor
Al preguntarle a Koliflor si su ‘corazoncito’ tiene dueño, ella sonríe, se sonroja y afirma que desde que se separó del padre de sus cuatro hijos, hace dos años, lo único que le ha enamorado es el ‘billuso’.
La madre soltera está ahorrando para terminar de construir su casa y para cumplir uno de sus objetivos: inaugurar una boutique y un spa. “No hay tiempo para el amor”, resalta.
Cerca de Koliflor, una joven guayaquileña de 25 años, ajusta las correas de los tacos que lleva puesta. Se mira al espejo, termina de maquillarse y comenta: “No me gusta San Valentín porque paso sola”.
Ella tuvo una decepción amorosa hace tres años. La engañaron y desde entonces no quiere saber de los hombres. “A mí háblame de dinero”. Añade que un día normal suele atender a unos 10 clientes, en San Valentín, hasta 25.
Amabas mujeres invitan a los hombres para que se olviden de Cupido y vivan un día diferente de amor y ‘cuerpeo’.