El martes 13 de febrero Guayaquil despertó bajo un radiante sol. La urbe despedía el jolgorio del carnaval y se preparaba para el romanticismo de San Valentín, lo cual resultó en una semana llena de emociones para algunos, pero no tan feliz para los comerciantes.

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Entre las calles 17 a la 19 en su intersección con la Portete, del Suburbio porteño, desde la mañana de ayer se extendía una larga fila de comercios que conformaban un contraste entre las flores y los peluches por el Día del Amor y la Amistad, y las piscinas, espumas y pistolas de agua, singulares de la temporada carnavalera.

En medio de este escenario estaba María José Campoverde, una vendedora de objetos para jugar carnaval. Su rostro reflejaba la desilusión por las bajas ventas de este año. “Las cariocas, como no hubo fiesta en las playas, están baratísimas, las estamos rematando. Uno las vendía en 3x2 dólares, ahora las venden a 50 centavos cada una. Ya no es negocio”, se lamentaba.

Juanita, quien prefirió omitir su identidad, ‘cambió de línea’ de negocio y comenzó a ofrecer sus productos de San Valentín desde la víspera de la celebración. Sin embargo, hasta casi el mediodía no había vendido nada, pero se mantenía con esperanzas de que el mismo 14 de febrero (hoy), quienes se encuentren en el ‘corre corre’ por comprarle un detalle a su pareja, le hagan el ‘gastito’.

En medio de estas dos escenas festivas se encontraba Lilian Ashqui, quien en lugar de limitarse por una sola de estas celebraciones para vender productos, decidió ofrecer artículos relacionados con ambas, para tratar de aprovechar a los dos tipos de clientes. No obstante, su estrategia no daba los frutos esperados, ya que hasta al mediodía de ayer su comercio no había tenido buenos ingresos, precisamente por que se juntaron estas dos temporadas comerciales.

“No me ha beneficiado, no se vende lo mismo porque la gente no gasta igual con dos feriados seguidos”, expresó Ashqui, quien prefiere que estas celebraciones se den en días alejados, para que los clientes ahorren y pueden gastar como corresponde.

La vendedora Campoverde aseguró que, además de la combinación de ambas fechas, las ventas este año han disminuido debido a factores como la compra al por mayor de espumas entre familias, la delincuencia, las restricciones en las playas y la disposición de la Alcaldía de Guayaquil de prohibir piscinas en espacios públicos.

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