De a poco, la salsa pesada, aquella que plantó cara y sembró las raíces de las diferentes variantes de este ritmo en el mundo, va quedando huérfana de sus más grandes referentes. Hoy, el mundo salsero llora la partida ‘al otro barrio’ del gran Larry Harlow, el Judío Maravilloso, el maestro del piano.

Su esposa, María del Carmen Harlow-Kahn, por quien él siempre se preocupaba a cada sitio donde iba y se comunicaba para saber sobre cómo se encontraba, fue la encargada esta vez de anunciar su deceso, a través de redes sociales. “A todos los salseros del mundo les informo, con profundo dolor, que luego de 32 días hospitalizado, mi amado Larry falleció a las 12:30 de la madrugada a causa de complicaciones, como paciente renal que debilitaron su ya agotado corazón”.

La mujer contó que en el hospital “adquirió una bacteria en su torrente sanguíneo” que estaba siendo tratada agresivamente con antibióticos IV”, lo que finalmente acabó con su salud.

En medio de su dolor y conociendo lo querido que era por los amantes de la salsa, la hoy viuda expresó: “Les doy las gracias por todo el amor y por los mensajes que él recibía de todos ustedes y que yo me encargaba de leerle en el hospital. Les pido por favor que nos den espacio a la familia y amigos íntimos para procesar nuestra pérdida y más adelante les daremos más información al respecto. Por favor no me llamen para entrevistas mi corazón está roto”, agregó.

Su sobrenombre, aquel con el que todos lo llamaban, obedece a su ascendencia judía de su familia y musical, pues su madre fue cantante de ópera y su padre líder de la banda del night club Latin Quarter, en Nueva York, ciudad en la que Larry nació un 20 de marzo de 1939. Gracias a esas raíces desde muy pequeño se interesó por la música, especialmente por los sones cubano y montuno, el jazz afrocubano, el mambo, la guaracha, el chachachá y la salsa.

Ya inmerso en el mundo musical, Harlow formó parte de la constelación fulgurante de la Fania All Stars, la agrupación musical salsera de los años 70, en la que compartió escena con otras grandes figuras como Celia Cruz y Héctor Lavoe (ambos fallecidos), Richie Ray, Eddie Palmieri y Papo Lucca.

Con su partida, la llamada ‘salsa dura’ o ‘salsa pesada’ va quedándose huérfana de sus grandes referentes que se ‘van mudando de este barrio’, como Celia Cruz y Lavoe, y otros como Johnny Pacheco (fallecido el 15 de febrero pasado), Ray Barretto, Cheo Feliciano, Pete ‘El Conde’ Rodríguez y Yomo Toro.

Entre sus expresiones musicales más recordadas en el piano salsero constan ‘Se me perdió la cartera’ y ‘El paso de Encarnación’ que se convirtió en una de las melodías más sonadas de la Fania. Otras de sus producciones mas afamadas fueron 'Abran Paso' y 'Tributo a Arsenio Rodríguez', con Ismael Miranda como el vocalista.

Según los medios especializados en salsa, Larry Harlow fue el responsable de llevar la ópera al mundo de la salsa. Lo hizo en el año 1973, cuando ya consolidado como pianista de la Fania All Stars y de su propia agrupación, presentó su trabajo ‘Hommy: A Latin Opera’, que cuenta la historia de un niño ciego, sordo y mudo de nacimiento, con un gran talento para la percusión.

Compuesta por Henry Álvarez e interpretada por una combinación de voces e instrumentos, entre los cuales se cuentan Justo Betancourt, Adalberto Santiago, Junior González, Pete ‘El Conde’ Rodríguez y otros, esta es una joya musical que transformó la salsa y que la proyectó a otro nivel.

Adiós, Judío Maravilloso. La salsa te llora.