Rayitos de sol, un delicioso pescado frito y un coco bien helado es lo que se suele disfrutar en un día de playa. Podría sonar interesante y hasta ‘dulce’ este plan para el feriado; sin embargo, para visitantes como Juan Carlos Narváez, quien llegó a ‘turquearse’ a la península de Santa Elena, este asueto ha resultado “salado”, más que el mismo bacalao.

“Tremendo perjuicio, no solo que hay toque de queda desde la 01:00 hasta las 05:00, sino que ahora se cierra el malecón al paso de vehículos en el balneario más importante de la península en horas de la noche”, aseguró.

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La situación en los malecones de Chipipe y San Lorenzo, ubicados en Salinas, localidad que visitó Juan Carlos, en la noche del viernes 28 de abril resultó difícil, ya que por disposición de las Fuerzas Armadas este lugar turístico se cerrará todas las noches del feriado (viernes, sábado, domingo y lunes) luego de los desmanes ocasionados en la calle principal de Salinas en el feriado de carnaval anterior.

Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara de Turismo provincial de Santa Elena, expresó su descontento ante esta medida. “El pasado viernes ya cerraron desde las 20:00. Con esta decisión se afecta a los negocios. La gente quiere llegar en sus carros hasta los restaurantes o pasear en sus autos por el malecón. Los policías pueden controlar que no haya desmanes sin necesidad de cerrar este espacio”, reclamó.

Esta medida tomó por sorpresa a los turistas, empresarios y dueños de negocios por lo que el dirigente hizo un llamado a las autoridades policiales y militares.

El Municipio de Salinas, ante lo sucedido, emitió un comunicado en el que aclara que “el cierre de los malecones de Chipipe y Salinas no procede bajo ninguna ordenanza o resolución emitida por esa institución” y añade que ellos, “por el contrario”, acatan las disposiciones tomadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Provincial en base al estado de excepción.

Esta acción, al parecer, ya mostró sus efectos en la ocupación hotelera, pues en el primer día del feriado por el Día del Trabajo los balnearios peninsulares empezaron a recibir a los turistas, aunque no en la cantidad que se esperaba. En un recorrido de este Diario se constató que las playas de algunos sitios lucieron vacías.

Uno de estos lugares fue Ballenita, en donde comerciantes y empresarios turísticos están a la espera que el domingo 30 de abril y el lunes 1 de mayo la presencia de bañistas sea mejor. Similar situación se evidenció en San Pablo y La Libertad.

Mientras que en Salinas, Montañita, Olón y Ayangue hubo más público, pero tampoco estos lugares se llenaron. “La ocupación hotelera es apenas del 40 %, esperamos que aumente”, finalizó Tenempaguay.