Por un vídeo que circula en redes sociales en donde tres sacerdotes tienen presuntos encuentros sexuales con un joven venezolano, la Arquidiócesis de Panamá informó que suspendió a los acusados, pues las conductas son “inapropiadas y escandalosas”.

Canalrcn informó que el portal panameño Claramente publicó un vídeo en el que un joven venezolano, que supuestamente trabaja en una iglesia de la capital haciendo labores de mantenimiento, denuncia que varios sacerdotes se aprovechan de su situación de vulnerabilidad y le pagan por tener relaciones sexuales.

“Acabo de ser contratado por un sacerdote, un párroco de la Iglesia católica aquí en Panamá. No es la primera vez, lo hace tres y cuatro veces por semanas. Él me contrata con el fin de tener relaciones sexuales, que yo le haga sexo o él a mí, y lo hago por la necesidad que tengo en este país”, narra.

Minutos después, el chico se sube en el auto de uno de los párrocos y, tras varios tocamientos y una conversación subida de tono en el que se habla de la implicación de otros religiosos, llegan a una habitación de un hotel y mantienen relaciones.

“Lo grabo porque siento rabia y molestia”, explica el joven, quien en la grabación habla con el cura de su presunta participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebró el pasado enero en Panamá y a la que acudió el papa Francisco.

El portal también reveló varias conversaciones de Whastapp entre el joven y otros curas panameños en las que hablan de encuentros fuera de la ciudad.

En un escueto comunicado, la Iglesia aseguró que “se siente profundamente herida y avergonzada” y que los sacerdotes Rogelio Topin, Orlando Rivera y Karl Madrid llevan separados de sus funciones desde el pasado 6 de septiembre.

“Hasta el momento, la Iglesia Arquidiocesana no ha sido informada de que exista alguna acusación en contra de estos presbíteros, pero se ha tomado esta previsión de suspenderlos con el fin de restablecer la justicia, procurar la conversión del clero y reparar el escándalo causado”, agrega el comunicado.

La Iglesia confirmó a CNN que los religiosos estarían involucrados en el pago por servicios sexuales, que la decisión se toma luego de una investigación que inició hace un mes y que no habría menores de edad involucrados. No dio más detalles.

Además, añadieron que reafirman su “irrestricto compromiso en la búsqueda de la verdad y la justicia” y reiteraron su posición de cero tolerancia ante cualquier clase de abuso, “especialmente a menores y personas vulnerables”, concluye la Iglesia en el mismo comunicado.

CNN contactó al Ministerio Público de Panamá para verificar si existen denuncias contra los religiosos y un vocero dijo que seguirían de cerca lo que sucede en la Iglesia, pero que no emitirían comentarios al respecto.

CNN también preguntó a la Arquidiócesis en qué parroquias se desempeñaban los acusados, para tratar de contactarlos y obtener una reacción a los señalamientos, pero no recibió respuesta inmediata.