Reinaldo Chango abre las puertas de su ‘consultorio’ para recibir a los pacientes que no encuentran cura con pastillas, cremas, inyecciones u otros tratamientos. En su choza ubicada en la comunidad kichwa Kotokocha, en el kilómetro 16 entre Puyo y Macas, aplica la medicina tradicional y sus ‘armas’ para expulsar los males del cuerpo son brebajes, plantas y piedras.

El yachak (sabio), que no afloja para nada su cigarrillo, de entrada lanza una advertencia para quienes buscan la sanación mediante lo ancestral: “No deben de dejarse chupar el cuerpo de nadie, eso no existe, eso no es medicina”. Lo dice porque ha escuchado que existen personas que hasta se han tomado su nombre para extraer las malas energías del cuerpo a ‘enfermos’, pero lo único que hacen es sacarles el dinero.

“Eso que hacen no es verdad. Las plantas, las piedras sacan lo malo del cuerpo, nada de estar chupando a otras personas”, menciona.

Quienes más recurren a sus conocimientos heredados de sus ancestros son los extranjeros, quienes van directamente hacia su choza, pero no solo para algún ritual de curación, sino para experimentar con la ayahuasca, bebida popular de la Amazonía que sirve para limpiar y reorganizar la mente y el cuerpo.

LOS SECRETOS

El sabio compartió con el equipo periodístico de EXTRA un par de ‘herramientas’ que sirven para sanar desde el mal de ojo hasta los dolores más fuertes que ni la medicina moderna puede aliviar.

Chango dice que la fuente de la energía que necesita para curar la obtiene de las montañas que rodean a la comunidad.

VASO CON AGUA

El agua es “una fuente de energía brutal”, dice Chango. Y como el cuerpo está compuesto por agua, eso ayuda a saber lo que padece cada persona y hasta del mal que sufriría en el futuro. “Un vaso de agua simple te puede cambiar la vida, y si es de un río como el Pastaza, mejor. Esto debido a que es agua golpeada y tiene más energía”, indica.

Y para prueba, un caso. Luego de algunas oraciones en kichwa, Chango colocó un vaso con agua en una esquina de su choza. Después empezó a decirle al paciente lo que observaba a través del líquido, que empezaba a sombrearse. ¡Increíble!

Al final, la persona que se atendía supo lo que le estaba haciendo daño en su organismo y hasta detalles de lo que se vendría en los próximos meses.

PIEDRAS CURATIVAS

Una de sus virtudes, como chamán, es curar a través de las piedras. Chango asegura que muchas de estas tienen cientos de años, la verdadera herencia de sus ancestros.

Pero aclara que la curación no es solo pasar piedras en el cuerpo, deben cumplir un proceso de años hasta que cuenten con energía de la tierra y el agua.

LECHE SANDI

Chango también tiene botellas que contienen un líquido al que denomina Leche Sandi, una especie de brebaje que sirve para limpiar el cuerpo. No revela los ingredientes, pues prefiere llevarse a la tumba ese secreto, ya que asegura que hay muchos que se hacen pasar como sabios amazónicos, y él no les quiere dar chance.

Aquí los pacientes no solo son curados, también pueden conocer sobre la cultura de esta comunidad. Son recibidos con danza y beben chicha de yuca masticada por los comuneros.