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Rincón del misterio: Una mujer contó el encuentro que tuvo con un ente de 'otro mundo'
La silueta de un hombre apareció cuando la moradora manejaba por El Murco, zona azotada por los accidentes de tránsito y las muertes.
El sector de El Murco, localidad cercana a Tambillo, al sur de Quito, es el paso obligado para todos los conductores que van hacia la zona sureña del país o para quienes desean ingresar a la capital.
También se ha convertido en un sitio problemático por el alto índice de accidentes de tránsito que han cobrado la vida de un sinnúmero de personas. Y, al parecer, las almas en pena que han dejado estos siniestros rondan por la zona. ¡De terror!
Un equipo de EXTRA habló con Alexandra Caiza, exteniente política de la parroquia de Tambillo, quien asegura que tuvo contacto con lo que sería un espíritu. Hace una semana, ella regresaba en su auto a su domicilio. “Recuerdo que eran las doce de la noche y obligadamente tengo que pasar por El Murco. Manejaba despacio”.
La carretera tenía poquísimos vehículos y hubo un momento en el que Alexandra se quedó sola. En ese instante sintió una sensación de frío por la espalda y se fijó que algo empezaba a emerger de la vía.
“Me di cuenta de que eso adquiría la silueta de un hombre. Se sentó en la calle. Vestía una camisa blanca y un pantalón negro”. Cuando avanzaba en su vehículo, esa forma extraña se hacía cada vez más visible, pero ella tenía temor de verla directamente.
Pasó de largo y observó, a través del retrovisor, de que el fantasma se acurrucó como si fuera un niño. “Lo único que atiné a decirme fue: ‘tú puedes, tú puedes salir de esto’. Y luego empecé a rezar”, recuerda desconcertada.
Se hizo una misa
Alexandra cree que lo que experimentó no fue fortuito porque cuando estuvo en la tenencia política de Tambillo organizó una misa campal justo en el sitio donde apareció el supuesto espectro.
“Hace cinco años hicimos una ceremonia porque había muchos accidentes. Además, la intención fue que las almas de las personas que perdieron la vida pudieran descansar en paz”, refiere la residente.
En aquel ritual, el sacerdote que ofició el encuentro religioso echó agua bendita con una rosa blanca en la zona que se conoce como Las Pesas. Pero tal parece que aquellos espíritus todavía no se van y quieren manifestarse.
Impregnaciones
Christian Cevallos, investigador de temas paranormales, explica que es bastante frecuente que se registren este tipo de apariciones en las carreteras y mucho más si alguien falleció.
“Lo que le pasó a la chica es común porque no siempre se mira de frente al espectro, sino con la vista periférica o, como decimos comúnmente, con el ‘rabo’ del ojo”.
A decir de este especialista, al fenómeno se lo conoce como impregnación, lo que, según la parapsicología, es una manifestación de sonidos, movimientos e incluso el avistamiento de fantasmas. “En estos casos de accidentes de tránsito, una persona incluso podría escuchar el ruido que se produjo durante un choque”. Agrega que esto se siente cuando se cumple un año del hecho trágico.
Cevallos indica que una de las causas por las que un ente se presenta es porque su alma no fue consagrada. Y ahí es necesario hacer una misa, alguna bendición del sitio y también poner una cruz.
“Cuando vemos esto en la carretera con los nombres del fallecido, adornado por flores o velas, es porque se quiere que el espíritu o espectro se guíe y se aleje del lugar”, acota Cevallos.