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¡A revivir el dolor de la muerte de Diana Espinoza!
Fiscalía realizó el reconocimiento de los hechos del caso. En la diligencia estuvo el sospechoso y testigos protegidos. Ellos recrearon lo sucedido.
Los familiares de Diana Espinoza tenían rabia de ver al sospechoso de matar a su hija durante la reconstrucción de los hechos, la noche del miércoles, en la calle Pimampiro, en el sur de la capital.
En ese lugar fue donde hallaron el cuerpo sin vida de la mujer, el 19 de mayo. Su exconviviente es investigado por accidente de tránsito con muerte culposa, pero la familia de Espinoza afirma que fue femicidio.
La diligencia duró unas dos horas. Carlos Manzano, abogado de la familia, explicó que este procedimiento era clave para que el caso cambie de Fiscalía y se procese al sospechoso por femicidio.
Aunque el jurista se mostró preocupado porque todavía faltan otras diligencias, como la toma de versión de testigos y la evaluación de los rasgos de personalidad del implicado. Mientras pasa eso, la familia teme que el sospechoso huya. “Solo con el cambio de Fiscalía podríamos pedir prisión como medida cautelar”, añadió Manzano.
Recogiendo los pasos
Durante la reconstrucción de los hechos hubo momentos que generaron tensión en los presentes. Uno de estos fue cuando llegaron dos hombres y una mujer cubiertos con pasamontañas, gafas y vestidos completamente de negro. Eran testigos claves, quienes habían visto cómo ocurrieron los hechos aquella noche del 19 de mayo.
Ellos hablaron con los agentes investigadores y cerca de ellos estaba presente el sospechoso y la familia de Diana.
Arturo Espinoza, padre de la víctima, se daba vueltas por toda la escena. Estaba molesto. Confesó que tenía ganas de golpear al implicado, pero luego le dijo que lo perdonaba. “Creía que mi hija iba a volver luego de estas diligencias, pero debo entender que no es así”, asintió.
El otro momento que generó tensión fue cuando el implicado se subió al carro y recreó el instante en el que, según él, Diana se habría caído del auto luego de que cinco sujetos trataron de robarles.
Se puso nervioso, se agarraba la cabeza. Por un momento no se le abría el carro. Luego de eso, dio una pequeña versión. Al terminar la diligencia, él se subió en otro auto y se retiró del lugar a toda velocidad, sin dar declaraciones.