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Santiago pone su cabecita en el cofre donde reposan los restos de su mamá.CHRISTIAN VASCONEZ

Los restos de la joven ecuatoriana asesinada en la ‘Yoni’ llegaron al país

El hijo mayor de Sarai Llanos acariciaba el cofre, donde reposan sus cenizas. En su inocencia le hablaba a su madre y creyendo que le iba a responder.

Mamá me habla, escucha abuelita, me está preguntando por el patito, me dice que me porte bien”, expresa Santiago, mientras recuesta su cabecita en el cofre que contiene las cenizas de su madre, Sarai Vicenta Llanos Gómez, cuyo cadáver fue hallado el pasado 20 de junio entre los matorrales, cerca de un lago en el estado de Georgia, en Estados Unidos. Tenía 36 días desaparecida.

En medio de su inocencia, el pequeño de 3 años y el mayor de los dos hijos de la compatriota cree escuchar la voz de su mamá y acaricia con sus manos la cajita de color negro que su abuela Gardenia Gómez apoya en sus piernas.

“No hay día en que mi nieto no pregunte por su madre. Santiago aún no entiende que no la volveremos a ver, ve un avión y dice allá va mi mamá. Cuando llegaron las cenizas le expliqué que ahora ella estaba en una cajita. Su respuesta me dejó fría, porque me aseguró que su mamá le iba a responder, ‘mami, estás ahí, ya vas a salir’ dijo y no supe qué responderle”, recuerda Gardenia.

Sarai LLanos tenía 19 años..Cortesía

Los restos de Sarai llegaron el pasado viernes a Quito, tres días después fueron entregados a sus familiares en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de Guayaquil, ciudad de donde era oriunda. En el Puerto Principal se formó como bailarina.

Por tres días las cenizas de Sarai Llanos Gómez fueron veladas en la casa de su madre. En la sala hizo un altar con las fotos de su Campeona.CHRISTIAN VASCONEZ

Timothy Krueger, de 49 años, confesó a la policía ‘gringa’ ser el autor del hecho que apagó la vida a Gómez. El sujeto fue detenido el 4 de agosto pasado.

Entre lágrimas, Gardenia confiesa que desde agosto de 2021 su mayor anhelo era volver a ver y abrazar a su “Campeona”, como llamaba de cariño a la menor de sus dos hijos. “Soñaba con recibirla en el aeropuerto, abrazarla, irnos a pasear, pasarla juntas, éramos tan unidas, era su amiga, pero ahora me envían sus cenizas y desde un país donde ella emigró para darnos un mejor futuro, pero donde halló la muerte”, expresó.

José Llanos, el padre de la joven de 19 años, confiesa que aún no asimila que su “Bebita” (así le decía) esté muerta y prefiere pensar que sigue de viaje y recordarla bailando y sonriendo. “Legalmente, mi hija está muerta, aunque nunca vimos su cuerpo, ahora solo pedimos justicia”.

Recibe ayuda de familiares

Con la ayuda de familiares y amigos, Gardenia ha podido solventar los gastos que genera mantener a sus dos nietos, el mayor de 3 años y 11 meses y el más pequeño de año y medio.

La señora pide a las autoridades ecuatorianas poder gozar del bono de desarrollo humano, dirigido a familias que viven en situación de pobreza.

“Mi hija era quien nos mantenía mientras cuidaba de sus niños. Ahora me toca salir adelante por ellos”, mencionó.