Luis ahora recibe ayuda psicológica en una casa de acogida de Salcedo, en la provincia de Cotopaxi. También se recupera de las quemaduras en sus manos. Todo por tomar un celular para jugar.

Danilo Sulca, defensor público, está al frente de este caso y contó a EXTRA que el pequeño, de 10 años, ya habría vivido maltratos en su casa desde hace tiempo.

Pero el que se hizo público fue el que le dejó entre 8 y 30 días de incapacidad. Ocurrió el 4 de enero. Supuestamente la tía de su padrastro fue quien le ocasionó quemaduras de segundo grado cuando le hizo coger una madera incandescente. “Había tomado el móvil para jugar con una prima”, relató el abogado.

Sin embargo, su madre no habría hecho nada al respecto y fue la maestra de Luis quien llamó a la policía. “Lastimosamente no se pudo actuar en flagrancia”, explica.

Por ello, la sospechosa no ha sido detenida, aunque sí es investigada y podría tener una pena de entre dos meses y un año por el delito de agresión.

El 6 de enero, un juez le otorgó a Luis medidas de protección, por lo que fue llevado a una institución, ya que “no cuenta con referentes familiares”.

NEGLIGENCIA

Según Sulca, también está en investigación un posible delito que atentaría contra la integridad sexual del menor.

No quiso dar mayores detalles para no entorpecer el caso. Lo que sí se sabe es que lo habría cometido un familiar cercano a la madre de Luis.

No lo dejaron bajo la tutela de su progenitora, puesto que habría tenido varias muestras de negligencia en el cuidado del niño. Por ejemplo, no lo habría llevado a atender para determinar el grado de discapacidad intelectual que padece.

“Ya había tenido llamados del Ministerio de Salud, pero aparentemente no colaboraba, se cambiaba siempre de casa, lo que impedía el seguimiento del caso”, asegura el defensor.

Por ahora, se realizan las gestiones con el Consejo Nacional de Discapacidades para revisar a Luis y extenderle un carné.

ATENCIÓN INTEGRAL

Danilo Sulca informó además que Luis tiene más hermanos y por ahora se indaga cuántos son, sus edades y sobre todo las condiciones en las que están siendo criados. “Si es necesario, también serán retirados, pero para ello hay que hacer un seguimiento”, dijo.

También se prevé una posible reinserción familiar, es decir que Luis vuelva con su madre, siempre y cuando ella cumpla con los requisitos de darle al niño un entorno seguro.

Esta clase de situaciones no son aisladas, pues la Defensoría Pública ha atendido 141.000 casos que involucran los derechos infantiles. De estos, 88.500 son patrocinios a niños en condiciones de vulnerabilidad.

El nombre del menor ha sido cambiado para proteger su identidad.