Otro paso más. El arranque con el sistema de catenaria (energía propia) se cumplió ayer. El trayecto es el más largo recorrido hasta ahora y forma parte del período de prueba que debe cumplir el Metro de Quito para funcionar.

Se cruzaron 10 de las 15 estaciones (desde Quitumbe a Universidad Central) a una velocidad de 20 kilómetros por hora para verificar el funcionamiento de los 13 subsistemas principales de esta obra: energía, telecomunicaciones, señalización para los trenes en el túnel, protección contra incendios y otros.

Según Édison Yáñez, gerente del Metro de Quito, a medida que continúen las prueba se irá incrementando la velocidad hasta llegar a los 100 kilómetros por hora. Se prevé que hasta fin de año, los 17 trenes (uno se retrasó por la pandemia de COVID-19) ya circulen por los 22 kilómetros que comprende el tramo completo desde Quitumbe a El Labrador.

El sistema de transporte más moderno del país está a un 96 % y se estima que esté abierta al público en el primer trimestre del próximo año.

Hay reglas

Según Carlos Ordóñez, coordinador del proyecto Metro Cultura, se emitirá un manual para los pasajeros en los que se establecen los reglamentos para el uso de los trenes. Entre ellos, el respeto de los asientos para grupos de atención prioritaria, transporte de bicicletas y mascotas, entre otros puntos.

Si los usuarios quieren escuchar música deberán usar audífonos, para no causar contaminación auditiva. Son 54 reglas que en los siguientes meses serán socializadas a la población. Tampoco habrá locales comerciales, ni kioscos de ventas en las paradas.

Para ello también se prepara una aplicación móvil para que los ciudadanos puedan movilizarse a lo largo del sistema de transporte. Tendrá información de paradas multimodales (en las que el Metro se conecta con otros sistema de transporte, como el Corredor Occidental, Trolebús o Ecovía).

Mayor alcance

Yáñez confirmó además que la banca multilateral aprobó esta semana el financiamiento de más de un millón de dólares para los estudios técnicos de la ampliación hacia La Ofelia que beneficiaría a 150.000 usuarios del norte de Quito. “Tomarán unos seis meses y de allí aprobarán los trabajos”, indicó.

En esta ampliación de 5,2 kilómetros se construirán cinco paradas adicionales, para lo cual se dejó abierto un fondo de saco en la parada El Labrador (un espacio por el que ingresarán las tuneladoras) para seguir con el proyecto.

Sin embargo, después de la inauguración de la primera fase del Metro, se tiene previsto avanzar hacia Guamaní en el sur, Calderón al norte y Tumbaco en los valles. “Los proyectos están listos”, aseguró Yáñez.

Pasajes

A pesar del avance de las obras en las 15 paradas, la tarifa y las formas de pago del servicio aún no están definidas.

Yáñez informó que la propuesta al Concejo Metropolitano se entregó el año pasado, pero que no ha entrado en debate. “Depende solamente de los concejales”, explicó.