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Quito

Luego del ataque, el negocio quedó cerrado. Los vecinos no habían tratado con la víctima.Karina Defas

Vacunadores: Vecinos de Sangolquí están asustados por posible ‘pinchazo’ asesino

Corrió la voz de que se trató de un supuesto ‘vacunador’ que arremetió a balazos contra una mujer en un local de pollos. La Policía investiga el hecho

De reojo y con recelo miran los vecinos de la calle Cordero, en Sangolquí, al oriente de Quito, al local de pollos donde escucharon dos tiros. La víctima que los recibió era la dueña de ese negocio.

“Antes no era así el barrio, no teníamos ni robos ni asaltos, peor disparos”, manifestó José Aguirre, dueño de un local de reciclaje. Entre los moradores se divulgó rápidamente el rumor de que los individuos que dispararon la tarde del miércoles eran ‘vacunadores’.

La información no ha sido corroborada por la Policía, pues el caso sigue en investigación. “En cuanto tengamos más detalles, los comunicaremos”, dijo Hugo Torres, jefe de operaciones de la subzona Pichincha.

Lo que sí confirmaron fue que la mujer estaba en el local y recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza. Permaneció varias horas en estado crítico y falleció. “Le habían dicho (los atacantes) que les pagara lo que supuestamente les debía (la víctima)”, contó Kléber Conde, otro morador.

Ahora temen que esa supuesta deuda sea por extorsión. “Es algo que ya se ha visto en otras ciudades, parece que va llegando acá”, insistió Aguirre.

NADIE LA CONOCÍA

Los vecinos solo habían visto pasar a la mujer tiroteada. “Era nueva por aquí y nunca habíamos hablado con ella”, afirmó Aguirre. El local quedó cerrado luego de que los agentes tomaron procedimiento.

El caso se manejó, en principio, como tentativa de asesinato, lo que cambió luego de que la Policía confirmara  su deceso al mediodía de este 2 de marzo.

Una ambulancia trasladó a la mujer, pero falleció en una casa de salud.CORTESÍA

Cinco minutos después del ataque, los policías detuvieron a un sospechoso que, según los vecinos, llegó y se fue de la escena del crimen caminando.

Se lo encontró con dos armas: una traumática y un revólver. También se retuvo un vehículo Chevrolet Sail, para las investigaciones.

“Ahora sí quedamos a merced de los delincuentes. Tememos por la tranquilidad de nuestros negocios”, reiteró Conde.

Los uniformados evitaron dar más detalles para no entorpecer las investigaciones y estaban por confirmar la detención de otros dos sujetos que estarían implicados en hecho.

Mientras tanto, los moradores viven ahora con zozobra de que sus negocios sean atacados. “Se nos acabó la paz. No queremos acostumbrarnos a escuchar balaceras”, finalizó Aguirre.