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Quito
Parque Metropolitano: las 127 hectáreas del bochinche
Los usuarios rechazan la supuesta propiedad ancestral de la comuna Tanda - Pelileo. Temen que se desencadene una urbanización perjudicial para el ambiente de la ciudad. El asambleísta Fernando Cabascango está detrás de este caso.
De las 550 hectáreas de bosque que conforman el parque metropolitano Guangüiltagua, ubicado en el norte de Quito, 127 son reclamadas por la Comuna Tanda Pelileo. Dicen que son de su propiedad.
La polémica se desató cuando decenas de sus integrantes realizaron zanjas para delimitar sus supuestos territorios dentro del predio público al que miles de quiteños llegan para hacer actividades al aire libre todos los días.
Los usuarios están en desacuerdo con dicho reclamo, por lo que se realizó incluso un plantón el domingo para exigir la protección del “pulmón de Quito”.
Pero los comuneros no están solos, tienen el apoyo de Fernando Cabascango, asambleísta de Pichincha por la bancada de Pachakutik. El lunes dio una rueda de prensa en la que explicó que se están “vulnerando sus derechos ancestrales”.
Cabascango enfatizó en que la comuna existe desde la época de la colonia, desde 1778 y que en 1908 fue legalmente constituida. “Mediante una sentencia de la Corte Suprema adquirió sus tierras en 1911, y en 1927 ya estaban en el Registro de la Propiedad”.
Estas serían las 127 hectáreas que ya estaban delimitando en días anteriores.
EL PULMÓN DE QUITO
El Municipio de Quito fue terminante en su respuesta a estos reclamos. Emitió un comunicado en el que aclaró que el parque “es un espacio público, reserva ecológica natural y cultural de la capital”.
Desde el 25 de agosto se desplegó un equipo de agentes metropolitanos en los alrededores del sitio para resguardarlo. Se los puede ver en motos y montados a caballo.
En el documento, el Cabildo garantizó a la ciudadanía que “no permitirá que se atente contra la integridad del parque metropolitano (...) Si la situación lo amerita se tomarán las acciones legales”, agregó.
Esto fue tomado por la comuna como una amenaza, por lo que Cabascango dijo que están dispuestos a dialogar con los concejales. “No queremos cambiar el uso de suelo. Se busca que se le garantice el derecho a la posesión de sus tierras legítimamente adquiridas”, dijo el legislador.
El sitio está cercado por cintas naranjas por donde aún circulan los usuarios. Existe temor de que ese bosque se convierta “en un barrio más”.
“Es necesario que se evite la especulación de tierras. No se entiende por qué ahora dicen que les pertenece”, opinó Claudio Acosta, usuario del parque.
Para Andrés Miño, esta disputa no tiene sentido. “Este sería un perjuicio al ambiente. Se perdería uno de los pulmones de la ciudad porque seguramente lo querrán lotizar”, agregó.
EXTRA preguntó a Cabascango sobre la ubicación actual de la comuna y la razón de su reclamo después de tantos años durante la rueda de prensa. En cuanto terminó, Floresmilo Simbaña, quien se identificó como asesor del legislador, reclamó por las preguntas realizadas.
“¿Por qué preguntan esas cosas?”, “Deberían centrarse en la vulneración de los derechos de la comuna”, dijo en tono amenazante. La respuesta a nuestras inquietudes tampoco fueron solventadas.