Exclusivo
Quito
Folclor: jóvenes bailan vestidos y maquillados como mujeres
Esta propuesta artística en la capital tiene como objetivo proyectar las danzas tradicionales con un nuevo enfoque. Aunque no se consideran abanderados de la comunidad LGBTIQ algunos sí pertenecen a ella.
Las barbas de estos 18 hombres empiezan a tomar colores vivos, al filo de sus párpados se pegan las pestañas postizas para salir al escenario y bailar ritmos tradicionales.
Sus rasgos masculinos poco a poco van desvaneciéndose con los efectos de la base, contornos, rímeles y sombras. El proceso toma por lo menos un par de horas.
Ellos son parte de la agrupación Ecuador de Colores, que desde hace un año se dedica a la danza transformista. “No es un grupo transgénero”, aclara Édison Anchundia, su director.
Ellos deben verse y bailar con la gracia y sutileza de una mujer que se envuelve con chales y faldas de vuelo ancho. Es todo un reto, puesto que la mayoría, ya con formación dancística, han aprendido el rol masculino.
“No ha sido fácil transformarse como mujeres”, dice Pablo Carvajal, uno de sus integrantes. El bailarín, de 27 años, vio este proyecto como una forma de salir de su zona de confort y también como una forma de visibilizar la diversidad sexogenérica, aunque él se define como heterosexual.
“Aquí tengo amigos que me acompañan y me apoyan. Este es un espacio seguro para mí”, relata.
¡A bailar!
Édison Anchundia relata que la idea la tomó de la agrupación México de Colores. “No pretendemos ser un elenco netamente tradicional, sino que hacemos una proyección de los vestuarios”, agrega.
Esto ha conllevado a que él mismo sea quien haya confeccionado las faldas, blusas, chales. Eso sí, con el colorido que caracteriza al ballet Varieté. “Le pusimos así porque a pesar de que partimos desde el folclor también queremos experimentar con otros ritmos”, comenta el director.
A diferencia de otras agrupaciones, Ecuador de Colores se proyecta desde lo artístico más que del activismo LGBTIQ. “Claro que hay integrantes de esta comunidad como en cualquier otro espacio”, aclara Anchundia.
Sí serán parte de las actividades por el Día del Orgullo Gay, en junio próximo.
Ellos ensayan tres veces a la semana para salir igualitos en las coreografías. También con el tiempo han logrado perfeccionar el arte de maquillarse para los espectáculos.
Quien todavía está ‘nuevito’ en el grupo es Iván Guadalupe, tiene 20 años y en su primera semana ya lo maquillaron para la sesión de fotos de EXTRA. “Estoy nervioso pero me llamó mucho la atención este proyecto. Yo no tengo problema con ponerme una blusa o pestañas”.
Él siempre estuvo relacionado con la danza. Desde la escuela perteneció a los clubes de baile folclórico. “Quise probar cosas nuevas”, explica.
Handel Manobanda mira, en cambio, este espacio como una forma de ser lo que siente. “Siempre quise vestirme de mujer. Además creo que se puede visibilizar las diversidades desde el arte”, dice convencido.
En el escenario suena un sanjuanito y ellos se apuran ajustándose las fajas en la cintura y los pañuelos en la cabeza para danzar. Esta vez lo hacen desde una proyección de la cultura Cayambi. “Yo les puse más color y otros motivos para adornar las faldas”, dice Édison Anchundia, para luego, junto a los chicos iniciar el show.