Exclusivo
Quito
Familiares de Mauricio Crizón no se explican su muerte en Quito
El cadáver fue retirado de la morgue para el velatorio. El profesor universitario dejó a sus allegados con dolor e intriga. Su cuerpo estaba en descomposición.
Si su desaparición fue un misterio, su muerte lo es aún más para los familiares de Mauricio Crizón, el profesor universitario que fue hallado muerto entre matorrales.
“Todavía estamos en la incertidumbre, no sabemos cómo fue a parar o dónde lo encontraron”, manifestó una pariente que pidió no ser identificada.
El cuerpo fue hallado en el sector de Guangate, nororiente de Quito, el pasado 25 de febrero, pero no fue sino hasta el 27 de febrero que sus familiares lo reconocieron en la morgue.
Entonces empezaron los trámites para su velatorio en total hermetismo. Evitando hablar con la prensa. Llorando. Abrazándose.
El cuerpo fue llevado en una carroza fúnebre luego de los exámenes de autopsia, que revelaron que se trató de una muerte por precipitación (desde el punto de vista médico legal, se produce como consecuencia de la caída a un plano inferior), lo que habría ocasionado que se rompiera el cuello.
La duda
“Yo pensaría que nunca sabremos qué fue lo que exactamente le pasó. A nuestro parecer, lo llevaron allá (al lugar del hallazgo) una vez que lo mataron”, insistió la familiar.
Para ellos todavía queda la duda de saber si lo lanzaron o fueron a dejar el cadáver. “Sigue siendo un misterio, una incertidumbre”.
Esto porque el recorrido de Crizón es incierto luego de que salió pasadas las 08:00 del 15 de febrero de la Universidad Central, donde era docente.
En el pasillo del laboratorio en el que trabajaba todo transcurría con normalidad, con alumnos entrando y saliendo de las aulas. Conversando. “No, no le conocimos”, dijo un grupo de chicos a EXTRA.
El ‘inge’, como algunos se referían a él en redes sociales, había pedido permiso la fecha de su desaparición, para efectuar un trámite personal cerca del campus. Sin embargo, nunca volvió.