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Quito

Familiares de la víctima exigieron justicia a las autoridades educativas.GUSTAVO GUAMAN

Caso Dillon: no le creyeron a la víctima

Mientras la ministra de Educación reitera que sí se tomaron los protocolos en el colegio Dillon, los progenitores denuncian que la situación intentó ocultarse. Un audio entregado por el abogado de la familia a EXTRA evidencia que ni sus compañeros le creían cuando ella decía que le “hicieron daño”.

Cuando Lorena (nombre protegido) supo que su hija había sido violada, el jueves pasado, en el bus escolar que la llevaba al colegio Luis Napoleón Dillon, ubicado en el norte de Quito, se le rompió el corazón.

La adolescente le contó que Darwin Juiña, chofer de esa unidad, abusó de ella. Pero, además, un audio llegó a sus manos. Allí se escucha cómo la adolescente, de 15 años y que cursa el décimo de básica, pedía ayuda. “Él me violó, me hizo mucho daño”, gritaba entre lágrimas.

“Lo que más me duele es que incluso los chicos que estaban ahí no le creyeron”, lamentó Lorena ayer, mientras esperaba en la puerta del colegio por una respuesta de las autoridades.

En el audio de 38 minutos, grabado por una estudiante y proporcionado a este Diario por el abogado de la víctima, Guillermo Lara, también se oye que un hombre preguntó por lo sucedido, se identificó como el dueño del bus y dijo que va a “hablar con las autoridades del plantel”.

Tanto los jóvenes como el conductor, a quien le llamaban El Don, le pedían que no hablara con nadie, que estaba tomada.

— “No puede ser que la culpen, pudieron evitar que huyera el sospechoso”, lamentó Lorena.

En la grabación su hija señaló a El Don como el agresor. “Tú me violaste, tú me recogiste primero y me violaste, les juro que me violó”, insistía.

Según la progenitora, el recorrido empezaba con su hija en el sector de Llano Grande. Ella salió a las 11:40 y él ya la estaba esperando. Fue entonces cuando el sujeto, antes de recoger a los demás compañeros, habría cometido el delito. Lara explicó que él la habría drogado con una bebida.

Dos horas después, ese 21 de abril, Lorena recibió una llamada del colegio para que la fuera a retirar, porque supuestamente estaba mareada. Cuando ella llegó, “la rectora me dijo que la sacara tapada, para que no la vieran los alumnos que pronto salían al recreo”, comentó.

Mientras, su hija le rogaba que la llevara lejos de allí, porque la habían violado.

El abogado explicó que en ese momento, la directora y la tutora conocieron sobre el suceso. “La señorita denunció mientras el conductor aún estaba presente y nadie tuvo la decencia de llamar a la policía. Le creyeron a él que decía que estaba tomada y hablaba incoherencias”.

La familia y el abogado ahora desmienten que haya ingerido alcohol.

Para Lorena, el manejo de la situación se enfocaba en que no se hiciera público el caso. “Este hombre tuvo la desfachatez de dejar a mi hija en el colegio. Pudieron al menos retenerlo”, reclamó.

Al no tener respuesta de las autoridades del colegio, la madre y la víctima fueron inmediatamente a la Unidad de Flagrancia. Pero allí no quisieron efectuar la denuncia, pese a que el examen médico legal determinó que sí hubo violación.

Hasta entonces no se sabía nada de lo ocurrido. Pero el 25 de abril la agresión se hizo pública luego de que se difundiera un vídeo en el que la abuelita de la víctima denunciaba la negligencia en este caso.

NEGLIGENCIA

María Brown, ministra de Educación, reaccionó ayer y afirmó que “la evidencia indica que no ha habido una falta al protocolo establecido porque tenemos el respaldo de que todos ellos fueron entregados en el tiempo estipulado”.

Es decir, que las autoridades del plantel actuaron, según Brown, con celeridad. “Se ha procedido con la denuncia en la Fiscalía, una puesta en flagrancia por la familia y otra por parte de la institución educativa”, informó.

Sin embargo, el abogado de la víctima explicó que la negligencia de las autoridades del colegio habría logrado “que se pierda la flagrancia”. “Si estuviera ya detenido el implicado sería más fácil”, aseveró.

María Brown, ministra de Educación, reaccionó ante los hechos.GUSTAVO GUAMAN

En una rueda de prensa, convocada a las 22:00 del lunes, Diana Castellanos, subsecretaria para la Innovación Educativa y el Buen Vivir del Ministerio de Educación, dijo que el colegio, la Fiscalía y el Ministerio de Educación conocieron los hechos el 21 de abril, es decir, el día que ocurrió la violación.

EL CASO

La mañana de ayer, la Fiscalía anunció que “el fiscal a cargo dispuso las respectivas diligencias y se ordenaron medidas de protección para la víctima y su familia”.

El caso recayó ahora en la Unidad de Violencia de Género de Calderón.

La Fiscalía también informó que “internamente se solicitó la revisión del accionar de quienes intervinieron en la recepción de la denuncia”.

La indignación se despertó en la comunidad educativa, por lo que estudiantes y padres mostraron su respaldo a los familiares.

El Ministerio de Educación estuvo resguardado la mañana del 26 de abril.GUSTAVO GUAMAN

Unos 100 muchachos realizaron una marcha desde el plantel hasta el Ministerio de Educación, mientras que los papás se han enfocado en apoyar a la víctima y a sus allegados.

“Mi hija me contó que vio mal a su amiga, pero cuando llegaron al colegio les pidieron que no contaran lo sucedido en la casa”, dijo uno de los progenitores.

Mientras tanto, Lorena no sabe qué va a pasar con su hija, pues comentó que el acompañamiento psicológico que anunciaron las autoridades no ha llegado. “Ella quería estudiar contabilidad, pero ahora no creo que vuelva a este colegio, tengo miedo de que sufra de bullying”, agregó.

Ella ha debido pedir permiso en su trabajo de labores domésticas para ponerse al frente de la lucha por justicia. Tiene dos hijos más que “no entienden qué le pasa a su hermana mayor y por qué no va al colegio”.

EXTRA cambió el nombre de la madre y omitió el de la víctima para proteger su identidad, tal como lo manda el Código de la Niñez y Adolescencia.