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Quito
La Asamblea y el presidente Lasso... ¡de ‘rompe’!
Con la mayoría del Legislativo en contra, la gobernabilidad será un problema para el primer mandatario. Expertos analizaron la situación sobre la intentona de remoción.
Tras la exhaustiva jornada de la sesión legislativa 782, en la que los asambleístas intentaron –sin éxito– la destitución del presidente Guillermo Lasso, la conmoción social continúa en el país.
EXTRA consultó con expertos sobre la situación que atraviesan el Ejecutivo y el Legislativo y qué pasará ahora.
Marcelo Espinel, analista político y coordinador del Observatorio Legislativo, comentó que los 80 votos a favor de la remoción del ‘presi’ no reflejan un escenario nuevo, pues la tensión entre la Asamblea y Lasso ya existía.
“En ocasiones anteriores ya ha habido rechazo hacia los proyectos del Ejecutivo”, explicó. No cree que haya algo específico que deba hacer el Gobierno Nacional para resolver la pugna. “Tiene que ir apagando los incendios de a poco”.
En esto coincide la abogada constitucionalista Ximena Ron. “La situación se vio casi desde el principio, será difícil superarla, pero (Lasso) debe hacerlo para tener gobernabilidad”, explicó.
Para ello, deberá “concentrarse primero en el diálogo social y luego en el político”, según la experta.
Las interpretaciones
Para Espinel, el proceso que se llevó a cabo y que estuvo amparado en el artículo 130 de la Constitución, es un “cartucho” que ya quemaron los asambleístas, pues “no se puede aplicar en el mismo período presidencial dos veces”.
Sin embargo, Ron dijo lo contrario. “Es un tema de interpretación. La Asamblea puede volver a usar ese recurso porque no se dio la destitución”. Es decir que si se aprobaba la moción, el Legislativo no podía solicitar el mismo mecanismo para destituir a quien habría reemplazado a Guillermo Lasso.
Pero aún queda otro proceso pendiente: la revocatoria de mandato ingresada al Consejo Nacional Electoral (CNE). Aunque esta puede tomar varios meses porque incluye una consulta popular.
Las acciones
El ‘incendio’ más próximo es el de las movilizaciones. Ayer, la capital nuevamente convulsionó con protestas en diferentes puntos. Algunas organizaciones indígenas se sumaron al paro, que cumple 18 días, para pedir que se cumplan los 10 puntos que exige la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Espinel explicó que los diálogos con la Conaie sí deben estar supeditados al cese de la violencia. “Los manifestantes deben parar con las agresiones y el Gobierno también debe garantizar que las represiones no sean violentas”.
Además, cree necesario que Lasso debe cumplir con los ofrecimientos realizados en la primera parte del diálogo, como un “acto de buena fe”.
Esto se ve un poco lejano, pues Francisco Jiménez, ministro de Gobierno, dijo en una entrevista televisiva que Virgilio Saquicela, presidente de la Asamblea, ya no será considerado como interlocutor (mediador) de los diálogos, ya que votó a favor de la destitución del primer mandatario.
Para los expertos, la bancada de Unión por la Esperanza (UNES), que solicitó la destitución, intentó aprovechar la coyuntura del paro nacional, pero los votos no le alcanzaron. “Fue un momento de ganar terreno político, pero no ganaron ni perdieron”, opinó Ron.