El propietario de una farmacia ubicada en la calle Martha Bucaram, en el sur de Quito, cambiará los vidrios de su local que fueron atravesados por los proyectiles durante el ataque armado registrado la noche del sábado 27 de julio.

Tres sicarios que habrían llegado en un automóvil negro dispararon a un grupo de hombres que conversaba afuera del negocio. Ocurrió a las 20:30.

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El dueño del local contó a EXTRA que a esa hora escuchó una ráfaga de tiros y buscó refugio detrás de las vitrinas. Su hijo quería salir a ver qué pasaba y él le dijo que se agachara. En ese momento escucharon más disparos y cayeron pedazos de vidrios.

Minutos después vieron que decenas de personas se aglomeraron afuera de la farmacia. Había tres cuerpos ensangrentados en la vereda. Uno de ellos estaba sin vida. Los otros dos agonizaban. Más tarde se enteró que murieron en el hospital por la gravedad de sus heridas. Uno de ellos todavía no ha sido identificado.

Los atacantes dejaron un panfleto encima del cuerpo de una de las víctimas, quien registra 10 antecedentes penales por robo y receptación. “Síganle copiando a Mocho y a Menor. Se van a quedar así, troneras hijue...”

Personal de Criminalística levantó 20 indicios balísticos en el lugar e ingresó a la farmacia para ver los rastros que dejó el ataque. Uno de los agentes mencionó que los sicarios utilizaron pistolas nueve milímetros.

Jorge Rodríguez, comandante del Distrito Quitumbe, señaló que están recabando la información necesaria para conocer quiénes fueron los causantes del hecho violento. Por lo pronto, desplegó varias unidades motorizadas para que patrullen la zona.

Asimismo, indicó que el único herido fue dado de alta horas después del ataque.

Un agente precisó a EXTRA que en la Martha Bucaram, la ciudadela Ibarra y La Ecuatoriana habría presencia del grupo terrorista Los Lobos.

Añadió que buscarán más información de los sujetos mencionados en el panfleto para conocer la relación que tendrían con el crimen.

La hipótesis que se maneja es que sería un ajuste de cuentas porque las víctimas se habrían aliado a otra organización delictiva.

Los moradores y dueños de negocios de este sector popular del sur capitalino no saben en qué momento puede ocurrir otro ataque violento y no quieren que esto se normalice.

La tarde del 8 de julio, a pocas cuadras del ataque afuera de la farmacia, dos sujetos en motocicleta dispararon a los usuarios de una peluquería e hirieron en la cabeza a un menor de edad.

El 22 de junio, en una barbería de la misma zona asesinaron a un peluquero y a su cliente, quien era un estudiante de Medicina. La víctima mortal, al parecer tenía cuentas pendientes con miembros de un grupo de delincuencia organizada. 

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