El cabo de policía que conducía el patrullero que se chocó contra un poste de luz, en la avenida Simón Bolívar, la mañana del 11 de junio, tenía 1,2 gramos de alcohol por litro de sangre en su cuerpo.

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Así lo señala la prueba de alcocheck que le realizó el agente de tránsito que tomó el procedimiento. Según el Código Penal, si el nivel de alcohol por litro de sangre supera los 0,3 gramos se aplicará una multa.

En este caso sería de tres salarios básicos unificados (1.350 dólares), la suspensión de la licencia y treinta días de privación de libertad. Sin embargo, el gendarme no fue detenido. La Policía Nacional emitió un comunicado la tarde del 11 de junio en el que informó que se ha dispuesto al Departamento de Investigación de la Conducta Policial que se indague al conductor.

Sin embargo, en este no se menciona que en el patrullero también iba un subteniente y que llevaban una jaba de cervezas y botellas de wisky.

En el boletín se explica que la causa del accidente fue por pérdida de carril de circulación y estrellamiento. Sin embargo, en el informe policial se detalla que el conductor del patrullero dijo que se había quedado dormido por el cansancio.

El cabo y el oficial, según el informe, estaban en el turno de amanecida y salían del Distrito Eugenio Espejo, pero no se especifica el destino.

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Valeria Mena, abogada penalista, explica que el más afectado en este caso sería en conductor quien, según la información recabada sería separado de las filas policiales.

La razón principal es por estar borracho. Mena añade que este comportamiento caería en una falta grave, según el Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público (Coescop). Además, habría otros cargos administrativos “por abusar de su función al estar a cargo del patrullero”.

Con respecto a los bienes dañados como el poste y el vehículo, Mena aclara que el Ministerio del Interior deberá cubrir con esos gastos.

Eso sí, la jurista enfatiza que el conductor debió ser detenido por cometer una contravención de tránsito.

Por otra parte, Mena señala que el oficial no tendría responsabilidad con el accidente de tránsito, pero sí con las botellas de licor que se encontraron en el interior del vehículo. “El subteniente debía reportar el por qué llevaban las botellas y hacia dónde”.

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