Esperanza Muñoz acudió a la iglesia de San Francisco, en el centro de Quito, porque soñó que debía estar en misa con su esposo y pedir por el eterno descanso del papa Francisco. Durante la eucaristía miraba fijamente al altar y de rato en rato alzaba sus ojos al cielo. “Yo vine a rezar por el Papa, yo tengo mucho que agradecerle”, le cuenta a EXTRA.

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Ella caminó desde el sur de Quito hasta el parque Bicentenario el 7 de julio de 2015, día en el que el pontífice ofició una misa campal. “Mi hija estaba muy enferma y yo la llevé en peregrinación para ver si así se recuperaba”, recuerda.

Durmió a la intemperie

Como miles de feligreses más, durmieron en el sitio para estar lo más cerca posible de Francisco. Allí ofreció su presencia y su sacrificio al santo padre para que su hija pudiera respirar normalmente. “Tenía pulmonía y desde ese día mejoró”, asevera.

Hasta antes de julio de 2015, su hija, de ahora 38 años, no ha necesitado más tratamientos médicos. “Ese fue el milagro que yo recibí, por eso tenía la esperanza de que el Papa se recupere como mi hija”.

Se le llenan los ojos de lágrimas, pues cree que fue él quien sanó los pulmones de su hija. “Espero que elijan un Papa tan bueno como él. Tenía mucha ternura en su mirada. Se podía sentir incluso desde lejos”, dice.

Así será el velorio del papa Francisco

El funeral del papa Francisco se celebrará el sábado 26 de abril de 2025 a las 10:00 (hora local) en la Plaza de San Pedro, presidido por el cardenal Giovanni Battista, decano del Colegio Cardenalicio. Fiel a su estilo humilde, el pontífice dejó instrucciones para un funeral sencillo, modificando tradiciones vaticanas.

Su cuerpo será expuesto directamente en un ataúd de madera con interior de zinc, sin la estructura elevada tradicional ni el báculo papal. Además, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, entre las capillas Paulina y Sforza, en una tumba sencilla sin símbolos papales, solo con la inscripción Franciscus.

Por otro lado, dispuso que los costos de su sepultura sean asumidos por un benefactor, evitando gastos al Vaticano. Se espera la presencia de numerosos líderes incluyendo a Donald Trump, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron, Lula da Silva y Daniel Noboa.

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