María está destrozada y apenas puede hilar sus ideas para expresar el sufrimiento que le causó saber que su hijita, de 9 años, es una de las víctimas de un presunto abuso sexual masivo en una escuela del norte de Quito.

“Perdón, pero tengo mi mente en todas partes”, le dijo al equipo de EXTRA que buscó su reacción por el caso, que se hizo público este 26 de abril. Desde esa fecha hasta el momento se ha difundido entre los padres de familia que habría, al menos, 20 menores afectados. Se sospecha del conserje.

Sin embargo, el implicado fue liberado sin siquiera realizarse una audiencia. Esto porque, según les explicaron a los padres de los afectados, no fue aprehendido en flagrancia, la noche del pasado 25 de abril.

Aun así, María decidió poner la denuncia. “Poco a poco nos estamos organizando más”, indicó la mujer, cuya hija actualmente está bajo la supervisión de un psicólogo.

Aseguró que no permitirá que vaya un día más a esa institución, por lo que decidió retirarla de clases.

Los hechos

Esa decisión también la tomó Diana, cuya hija de 3 años forma parte también de esa extensa lista de estudiantes afectados por abuso sexual. Esta madre no solo retiró a la niña de esa escuela, sino que también interpuso una denuncia en Fiscalía.

“Desde el Ministerio de Educación nos indicaron además que debemos denunciar este hecho en el distrito educativo correspondiente”, explicó Diana, quien recurrió a ayuda psicológica para su hija.

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Si bien ella no quiere revictimizarla, “por más grotesco que parezca, debemos contarlo”, dijo para explicar cómo posiblemente se dieron los hechos. Según Diana, el sospechoso cometía el delito en los baños de la institución: allí habría manoseado a los estudiantes.

¿Cuál era el acercamiento? Al conocerse esto, las autoridades confirmaron a los padres que a veces el conserje cuidaba a los niños en la ausencia de un maestro, lo que ha causado indignación entre los progenitores.

Desmienten a la institución educativa

La unidad educativa se pronunció a través de un comunicado, en el que indican que una vez que se conocieron los hechos, activaron los protocolos y rutas correspondientes: acompañaron a los padres a denunciar en Fiscalía y pusieron el hecho en conocimiento de las autoridades del Distrito Educativo.

Además, dijeron que se había separado de sus funciones al sospechoso. El boletín detalla que están haciendo trabajos conjuntos con el Distrito, el ministerio y Fiscalía para que el servicio educativo no se suspenda, así como garantizar la seguridad y acompañamiento técnico de alumnado y familias.

Sin embargo, los padres dijeron que nada de esto era cierto.