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Quito: ¡Muertos por un territorio!
Dos hombres fueron baleados en La Ferroviaria, sur de Quito. Según las investigaciones, serían parte de una organización de microtráfico de drogas.
En las calles Nariz del Diablo y Roberto Thompson, en la Ferroviaria, sur de Quito, sonaba Te juro que te amo, de Los Terrícolas. Al ritmo de la música del recuerdo, un grupo de jóvenes se tomó la vereda en la que dos hombres fueron baleados horas antes, la tarde del sábado.
Allí colocaron decenas de velas blancas y se sentaron, con botella en mano, a llorar a sus muertos. Identificados como Oswaldo Andrango y Diego Taco, según la Policía Nacional, ellos estaban supuestamente involucrados en una disputa de territorio para el microtráfico de drogas. Por eso, los investigadores enseguida descartaron el sicariato.
El crimen ocurrió en plena calle cuando ambos estaban a bordo de un Chevrolet San Remo, color vino. En ese momento, otros sujetos se habrían acercado para dispararles a quemarropa. Con los fallecidos estaba un tercer ocupante en el vehículo, quien permanece con diagnóstico reservado por la gravedad de sus heridas.
“Horas antes los habrían amenazado y luego los ejecutaron”, dijo el general Alain Luna, comandante del Distrito Metropolitano de Quito.
No dejaban llevar cadáveres
Luna dijo a EXTRA que esa tarde se vivió un hecho sin precedentes en la ciudad: los familiares y allegados de los fallecidos no permitían a los uniformados tomar procedimiento.
Por ello fue necesario llamar refuerzos. Los integrantes de la Unidad de Mantenimiento del Orden de Quito (UMO) llegaron al sitio para neutralizar a los ciudadanos que incluso detonaron armas de fuego. Los reforzaron agentes de los grupos de Operaciones Especiales (GOE) y de Intervención y Rescate (GIR)
“Afortunadamente ninguno de nuestros policías resultó herido”, agregó Luna.
Los moradores solo veían desde lejos cómo el barrio se convertía en el escenario de una batalla campal con al menos 60 personas contra los uniformados. “Aquí siempre se pelean, se escuchan los balazos como si fuera normal”, dijo una moradora que por miedo a represalias prefirió no dar su nombre.
De la cárcel a las calles
Las víctimas registraban antecedentes penales por varios delitos y, según Luna, este es el único caso de asesinato por disputa de territorio en la capital. Sin embargo, las organizaciones delincuenciales han ganado protagonismo en las muertes violentas.
El 9 de marzo, un hombre fue baleado en las afueras de un centro comercial en Quitumbe, en el sur de Quito. Las investigaciones arrojaron que se trataría de un ajuste de cuentas entre delincuentes. “Aparentemente la víctima fue a cumplir un trabajo de sicariato en otra provincia y no salió bien”, agregó el oficial.
Semanas después otro hombre también fue asesinado en Calderón, en el norte. Habría sido por conflicto entre pandillas. La víctima pertenecía al grupo de los Vatos Locos.
Esto, según el general Luna, obedece a la ola de violencia en la que se ha sumido el país y que tiene correlación con la masacre de las cárceles en febrero pasado, en la que hubo al menos 79 muertos. “Los conflictos de las organizaciones que están en las cárceles pasaron a los espacios públicos”, insistió.
Ojo al sur de la urbe
Luna afirmó que al tratarse de una disputa se espera que en los próximos días haya algún tipo de retaliación por parte de la organización a la que presuntamente pertenecían las víctimas.
Por lo que ha dispuesto el refuerzo de los patrullajes en el sur de Quito, pero sobre todo en La Ferroviaria.
Insistió, además, en que el resguardo ciudadano será prioritario para la Policía Nacional, más allá de los controles de aglomeraciones y uso de mascarilla.