Exclusivo
Actualidad

Los delincuentes buscan sitios desolados para ejecutar sus actos delictivos.GUSTAVO GUAMAN

Quito: Así montan falsos operativos para secuestrar y robar

Expertos consultados por Diario EXTRA confirman que esta modalidad habría migrado de Guayaquil a la capital. Una víctima fue la hija de un exalcalde

En Quito los robos se cometen todos los días y a toda hora, pero con mayor énfasis los jueves, viernes y sábados, entre las 19:00 y 23:00, de acuerdo a datos estadísticos del Servicio Integrado de Seguridad ECU 911. Entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año existe un promedio de 46 casos reportados al día.

(Lee también: Agustín Intriago: El dominicano y la llamada detrás del crimen del alcalde de Manta)

Y aunque en las cifras no se precise la modalidad, fuentes policiales han revelado que en la capital se empieza a establecer una nueva forma de cometer delitos, en la que delincuentes montan un falso operativo de carretera y secuestran a sus víctimas con el objetivo de robar en su casas. Esto se confirmó, además, con el rapto de la hija del exalcalde de Quito, Jorge Yunda, acontecido la noche del 12 de agosto de 2023 (ver infografía).

El también radiodifusor aseguró que el hecho iba dirigido a él, pero que los delincuentes -en su lugar- prefirieron llevarse a su hija, quien en menos de una hora fue abandonada en una vía pública.

(No te pierdas: Los clásicos carros andinos que se transforman en restaurantes de madrugada en Quito)

En la escena han quedado indicios del falso operativo que montaron.GUSTAVO GUAMAN

En un reporte policial al que Diario EXTRA tuvo acceso, no se menciona que el hecho fuera dirigido a una persona específica, porque incluso hubo otro perjudicado: un ciudadano asiático que conducía una camioneta en la zona del falso operativo.

A él lo llevaron a su casa, le robaron algunas pertenencias y luego lo abandonaron en Cumbayá, un sector rural del oriente capitalino. A esto se suma que el ministro del Interior, Juan Zapata, descartara lo dicho por Yunda al ratificar que se había tratado de un delito de oportunidad.

El hecho ilícito se cometió en el intercambiador de tráfico situado en la conexión de las avenidas Oswaldo Guayasamín y Simón Bolívar, que a pesar de no ser un sector poblado, sino únicamente un lugar de paso, en lo que va del año se han reportado seis robos, de acuerdo a un mapa de calor del ECU 911 que evidencia los puntos más críticos en temas de inseguridad.

(Además: Los Ríos: La identidad de las cuatro víctimas de la masacre en Ventanas)

Una cámara de seguridad permitió conocer cómo opera esta banda.GUSTAVO GUAMAN

Esta modalidad, que tiene como base dos acciones ilícitas (secuestro y robo), no es nueva en el país, pero sí en la capital. Esto se considera una migración del delito y sería un hecho que “evidencia el fracaso de la política criminal del Estado”, opina el jurista Kléber Riofrío, experto en Asuntos Penales.

Añade que “el crimen organizado y la delincuencia común van ganando cada vez más territorio dentro del país y los delincuentes saben de los beneficios legales con los que cuentan y que los índices de impunidad son cada vez más altos”. Por eso considera que los criminales sienten ventaja y buscan sitios en los que se puedan cometer ‘cómodamente’ sus fechorías.

César Peña Morán, fiscal especializado que ejerce funciones en Guayaquil, reitera que en el Puerto Principal esta modalidad estuvo en auge hace aproximadamente tres años, pero que en la actualidad la urbe porteña es golpeada por otras modalidades de delitos, con un nivel mayor de violencia.

(Te puede interesar: Otto Sonnenholzner: Detuvieron a cinco implicados en balacera que alarmó al presidenciable)




El funcionario explica que, en la variante que golpea a Quito, la finalidad de retener a las víctimas cuando estarían camino a casa es no llamar la atención de los guardias de seguridad, porque estos -al ver al propietario del inmueble- les abren de inmediato paso a sus ciudadelas. Bajo el mismo método, los pillos harían para salir, para no llamar la atención y evitar que la Policía sea alertada de inmediato.

El abogado Riofrío señala que también hay que considerar que no existe una real rehabilitación social en el país, sumada a los beneficios legales con los que cuentan los sospechosos, como medidas alternativas a la prisión, suspensiones condicionales de las penas, procedimientos abreviados, entre otros.

Incluso, es de conocimiento público que muchos delincuentes trabajan con gente que está encarcelada, agrega. Es así que desde las prisiones se coordinarían algunos de estos hechos ilícitos que ahora golpean a la Carita de Dios, precisa.

EL EXPERTO

  • “Seguramente hicieron un estudio previo”. Jaime Alcívar, oficial pasivo de las Fuerzas Armadas y experto en Seguridad, explica que en esta nueva modalidad de delito, aplicada por delincuentes en Quito, hay ‘mano de obra’ nacional, al menos en la investigación y en las labores previas, debido a que de eso se deben encargar pillos locales, que conozcan la zona y el movimiento.
  • En ese trabajo preliminar, según Alcívar, los delincuentes determinan en qué horario les conviene actuar, en base a la frecuencia de vehículos que circulan por la zona y los patrullajes, sean estos policiales o militares. “Ellos aseguran todos los detalles para que su accionar no falle”, sostiene.
  •  Además, el especialista menciona que es probable que la banda que comete este tipo de hechos ilícitos tenga experiencia previa en secuestros, porque la forma en que operan lo evidenciaría: “saben cómo actuar, saben cómo llevarse a alguien de forma rápida”. Para Alcívar, la banda que ejecutó su último hecho delictivo en una salida de la avenida Oswaldo Guayasamín no volverá a operar en ese lugar. “Es un lugar que ya ha sido descubierto, lo más probable es que en este momento se encuentren estudiando otro sitio para cometer sus delitos”, concluye el militar pasivo.

¿Quieres leer más contenido de calidad y sin restricciones? ¡Suscríbete aquí!