Los nombres de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa ‘relucían’ en panfletos que circularon luego de las primeras matanzas ocurridas en las cárceles del país. Así se confirmaba su presencia en la ola criminal de Ecuador.

Pero este 30 de noviembre se hizo más evidente que nunca. Al menos de la última organización. Un joven llamado Bryan Rodríguez Alcalá, de 23 años, fue detenido en el norte de Quito, la madrugada de este martes, implicado con Sinaloa, cuyo jefe era Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

Pero ayer se hizo mucho más evidente que nunca. Al menos de la última organización. Un joven llamado Bryan Rodríguez Alcalá, de 23 años, fue detenido en el norte de Quito, la madrugada de este martes, implicado con Sinaloa, cuyo jefe era Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

El caso se manejó con extremo recelo desde la Policía. Solo se detalló que el chico es de nacionalidad mexicana y que era requerido por la justicia estadounidense por el delito de narcotráfico.

Además, fue necesaria la presencia de agentes de la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés) porque Rodríguez estaría implicado también en el delito de lavado de activos. Esta rama de la justicia de ese país se encarga de investigar el movimiento ilícito de personas, dinero y bienes dentro y fuera de los EE.UU.

Los roles criminales

Los estadounidenses centraron sus esfuerzos para buscarlo desde el 19 de octubre pasado, luego de poner la acusación en la Corte Distrital Sur del estado de California.

De manera extraoficial se supo que Rodríguez sería un ‘duro’ sinaloense: aparentemente era el encargado de las finanzas del cártel en Ecuador.

Santiago Nieto, especialista en seguridad y exmiembro policial, explica que el papel de un financista es pagar los servicios que dan grupos criminales locales a los cárteles. “Contrario a lo que se pensaría, en Ecuador existen un sinfín de células pequeñas que colaboran con estas organizaciones mexicanas”.

Cada una de estas cumple un rol determinado: transporte, seguridad y demás. Pero ‘fichas’ como Rodríguez también pueden moverse para otro tipo de trabajos.

A estas personas se las conoce como veedoras. “Muchas veces organizaciones criminales envían a esta gente para que sea testigo de que los embarques ilícitos se envíen sin contratiempos”, según Nieto.

Están enraizados

Hasta el 30 de noviembre de 2021, los agentes que aprehendieron a Rodríguez realizaban los trámites tras la detención. Estaba previsto que se ejecute la boleta de extradición hacia Estados Unidos desde Ecuador, donde no registra antecedentes penales. Para cumplirlo, el mexicano debía ser llevado ante el presidente de la Corte Nacional de Justicia y confirmar ese requerimiento.

Para Ernesto González, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, la identificación de este extranjero solo confirmó lo que estaba escrito en esos panfletos: que la guerra empezaría de manera frontal -y por todos los frentes- en Ecuador.

“Estas mafias ya están enraizadas porque vemos que estos malos elementos (como Rodríguez) ya están infiltrados”. Para no ser identificados, González explica que personas como Rodríguez se presentan como hombres de negocios y montan fachadas lícitas que les permiten moverse fácilmente.

“En realidad, lo que hacen es apoyar logísticamente y operativamente a estos cárteles. Es gente que capta la droga y parte de una cadena logística”, finaliza el general en servicio pasivo.