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Cuando se va la luz, los obreros tienen que hacer una pausa en la construcción./ René Fraga

Quito: Apagones causan estragos en las construcciones de la capital

Cuando se corta la energía, trabajadores no pueden utilizar las herramientas que necesitan corriente y se retrasa el ‘camello’

Ramiro Salazar perdió mil dólares la semana pasada por los cortes de energía. Él es un contratista inmobiliario y asegura que cuando hay apagones no pueden continuar con sus labores y pierde plata.

Por ejemplo, explicó el pequeño productor, cuando no hay energía eléctrica tiene a varios trabajadores que se pasan sin hacer nada porque las herramientas que manipulan necesitan corriente.

Para no tener que pagar ‘en balde’ a sus empleados ha tenido que alquilar instrumentos inalámbricos, pero eso representa un costo adicional.

Salazar tiene dos obras activas realizándose dentro de conjuntos habitacionales de Cumbayá, al nororiente de Quito. Realizó un cálculo aproximado de pérdidas y en cada construcción tuvo un desabastecimiento de luz eléctrica de 20 horas y eso le representó 500 ‘latas’ en cada obra.

  • Más afectaciones


Por si fuera poco, al contratista se le dañó la pantalla del computador en la que suele hacer los diseños de interiores. Para no perder tiempo en la entrega de propuestas a sus clientes, Salazar tuvo que comprar un monitor de paquete y no perder más ‘guita’.

Además, al ver esta situación tuvo que comprar reguladores de alto voltaje para que otros aparatos electrónicos no se dañen cuando llegan los apagones. “Lo peor de todo es que hay días en los que no se va la luz a la hora indicada en el cronograma de la Empresa Eléctrica de Quito”, cuestiona.

Lo que más coraje le da al contratista es que los gastos adicionales de la obra o de los imprevistos no le recompensa nadie. Él mismo tiene que sacar de sus bolsillos.

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