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Quito: Alza de pasajes en el transporte municipal genera divisiones
La Empresa de Pasajeros defiende el alza de tarifas municipales, las cooperativas dicen que no es justo. Algunos usuarios no ven mejoras del servicio.
Luego de que el Cabildo quiteño anunciara que desde el 30 de septiembre el pasaje del sistema de transporte municipal subirá de 25 a 35 centavos, las inconformidades no se hicieron esperar.
“Admira que la Empresa Municipal de Transporte, con una orden de la Secretaría de Movilidad, comience a cobrar sin haber cumplido con todos los parámetros que se exigen”, expresó Luis Muzo, presidente de la compañía Victoria.
Esta es una de las cooperativas que ya cobra 35 centavos y cumple con los 28 parámetros exigidos en la normativa.
Para Muzo, la entidad debería “dar ejemplo” al resto de sectores sobre el servicio y cómo debería estar normado.
“A nosotros nos dicen que tenemos que cumplir todo al ciento por ciento, entonces habrá resistencia de los compañeros”, agregó.
El gerente de la Empresa de Pasajeros, Carlos Poveda, detalló que el alza del pasaje se planea desde diciembre de 2020 cuando fue aprobada la ordenanza 172020.
Son 36 los parámetros de calidad que deben cumplir los articulados, entre ellos, la disponibilidad, la inclusividad, la información en las paradas y el aforo del 50 %. Pero ante la pregunta sobre por qué el cumplimiento de estos parámetros no es notorio, Poveda insistió en que los estándares han sido certificados por la Secretaría de Movilidad. De incumplir con los parámetros, las unidades serían sancionadas.
Para el presidente de la cooperativa Disutran, Hernán Zambrano, esto es un respaldo para los que cobran la nueva tarifa. “Hasta cierto punto nos sentimos respaldados de que se puede llegar a ese valor después de lograr los índices de calidad”.
Aunque señala que el incremento del precio del diésel es algo que complica las finanzas de los transportistas.
Fanny Fiallos es una usuaria constante del sistema Trolebús y no está de acuerdo con el alza, pues no ve una mejora en el servicio. “Hay unidades que son viejas. Solo en la cuesta de La Recoleta se quedan estancadas”, reclamó.