Son tres los jóvenes que están en el ojo del huracán por, ni más ni menos, haberse metido sin permiso a la casa del Presidente de la República, Daniel Noboa, justamente el día en el que estaba asumiendo el poder, el pasado jueves 23 de noviembre.

En efecto, trascendió que a la vivienda del primer mandatario en Olón, Santa Elena, no solo ingresaron estas personas sino que, además, se metieron en la piscina privada, en un hecho que se extendió rápidamente por medios de comunicación y redes sociales. Se trata del mismo inmueble en el que Noboa recibió, junto a su familia, los resultados de la segunda vuelta que lo alzaron como ganador de la Presidencia.

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El piscinazo les salió caro. Dos de los tres ‘pelados’ fueron a dar a la cárcel. Y es que después de analizar legalmente el tema, Ángela Ponce, jueza de Manglaralto, dictó prisión preventiva para dos de los muchachos; el tercero tiene discapacidad en una de sus piernas y por ello recibió medidas alternativas.

Dos de los implicados son nativos de la población de Olón y el otro es de la comuna La Entrada. Los tres son amigos. Los parientes de los detenidos comentaron que estos habrían ingresado al inmueble en estado etílico. Uno de ellos hace labores de jardinería en la casa del mandatario y habría permitido el acceso de sus otros dos ‘panas’.

 

Sus nombres son Oswaldo Figueroa, José García y José Luis Zamora y el próximo 12 de diciembre, en una audiencia de procedimiento directo, se definirá su suerte. Ellos son acusados de entrar a la propiedad del presidente Daniel Noboa y bañarse en su piscina.

Figueroa y García están con prisión preventiva en la Penitenciaría de Guayaquil. Zamora tiene medidas sustitutivas. Su familia dice que pedirá a Noboa que los perdone.

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En su mayoría, los habitantes de Olón coinciden en que los tres detenidos no son delincuentes ni integrantes de bandas delictivas, si bien es cierto cometieron una falta grave al haber ingresado a la piscina de los propietarios de la casa, pero rechazan que los hayan trasladado a una cárcel de la ciudad de Guayaquil.

“Por acá han ocurrido casos más graves y los detenidos son liberados. Los tres implicados no son antisociales, todo fue por culpa de la borrachera. Ojalá que el presidente Noboa los perdone”, dijo Juan Suárez, un morador.

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