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Unos cinco mil chilenos protestaron y quemaron pertenencias de migrantes venezolanos el 25 de septiembre.cortesía

"Nos quemaron todas las pertenencias, los papeles”, denuncian venezolanos en Chile

La migrante relató que la policía obligó a los venezolanos a retirarse rápido de Iquique, pues los manifestantes locales podían herirlos.  

Los migrantes venezolanos en situación irregular que vivían en carpas en Iquique (Chile) no pueden olvidar el horror por los ataques xenófobos por parte de los locales durante el fin de semana pasado. Una serie de incendios a sus pertenencias provocó la pérdida de la mayoría de sus documentos y otros objetos de valor.

Los disturbios empezaron el sábado 25 de septiembre, luego de que el viernes 24 la policía les pidiera a los migrantes retirarse de la plaza Brasil. El sábado, al  menos 5.000 chilenos protestaron entre banderas y consignas xenófobas. La manifestación terminó con la quema de las carpas de los extranjeros, muchos de ellos  venezolanos, quienes al final, tuvieron que retirarse con la ayuda de la policía.

Una venezolana, quien no dio su nombre, narró lo sucedido entre la calle Rosas con Avenida Aeropuerto, zona en la que se encontraban al ser desplazados  de manera forzosa durante las protestas. “Lo que nos hicieron, eso no se le hace a un ser humano, porque todos somos seres humanos, todos somos hijos de Dios. Tienen que agarrar a la gente que está haciendo lo malo, no los que están trabajando”, dijo entre lágrimas a la cadena de noticias BioBioChile (Bbcl).

A la deriva

El testimonio de la migrante al medio de comunicación chileno ofrece detalles del estado de los venezolanos tras su retirada de Iquique. La mayoría quedó indocumentada  y sin un sitio en dónde vivir. Al igual que ella, otras 23 personas y siete niños se encuentran afectados.

La venezolana explicó que ese grupo de más de treinta personas había llegado a la ciudad al norte de Chile hace poco y esperaban recolectar dinero para dirigirse a  otra ciudad. “Nos quemaron todas las pertenencias, todos los papeles, se llevaron a uno de mis perros”, agregó.

Además, comentó que los policías solo pudieron sacarlos del lugar para evitar que los protestantes locales los agredieran. Según los funcionarios, no podían detener la  marcha por la cantidad de gente, por lo que las acciones fueron limitadas y no hubo tiempo de una retirada ordenada.

“Los policías nos sacaron y no nos dieron chance de sacar nada, nada, nada… todo se lo llevaron, lo quemaron. Perdimos los documentos, que es lo más importante”, dijo la venezolana a Bbcl. También comentó que aunque el proceso fue traumático, se encuentran bien de salud y no sufrieron mayores daños físicos.