Exclusivo
Actualidad

En La Magdalena, sur de Quito, ya empezó el proyecto.GUSTAVO GUAMáN

Un proyecto busca reducir los accidentes en Quito: ¡a caminar en paz!

La falta de espacios para transeúntes pasa factura. Por eso, en los sitios donde ocurrieron más siniestros están ampliando las ‘veredas’.

Donde había que correr con los ojos ‘puestos’ sobre la vía, ahora hay arbustos en macetas y dibujos de colores. Es en la intersección de las calles Viracocha y Quisquís, en La Magdalena, sur de Quito.

Esta intervención es parte del proyecto piloto de urbanismo para disminuir el índice de accidentes de tránsito en esta parroquia, que fue identificada como una de las que más siniestros registra desde enero de 2016 a junio de 2020. 39 eventos. 13 de estos fueron atropellamientos.

Este no es el único sector con estas cifras, hay otros 20 barrios que fueron señalados en un estudio generado desde la empresa privada y el Municipio de Quito. Están La Mariscal (92), Fundeporte (74), González Suárez (53), Larrea (50), entre otros.

La intervención en La Magdalena consistió en reducir el perímetro de las calles, que al ser más angostas dan menos posibilidad de hacer giros peligrosos a los conductores.

El Cabildo firmó un acuerdo con empresas privadas internacionales para llevar adelante este proyecto.

Planificación

“La ciudad no tiene un buen trazado vial. Las calles son un peligro para el peatón”, dijo Adriana Ávila, gerenta de Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).

El arquitecto y urbanista John Dunn agrega que las ciudades del mundo han sido concebidas hacia la movilidad en automotores. Es por eso que los peatones tienen menos espacio en las calles y por ende resultan heridos o muertos mientras circulan.

“Hay que revalorizar los espacios del peatón”, agregó.

Para Gladys Ordóñez, presidenta de La Magdalena, la iniciativa “llegó a buena hora”. En la calle Viracocha, por ejemplo, se redujeron los metros de cruce de los peatones de 12 a 3 metros.

La idea, según la gerente de operaciones, es realizar una evaluación para que luego la intervención sea definitiva. Es decir que las veredas de concreto se ampliarán.

Para el proyecto están contemplados los demás sectores que registraron altos índices de siniestralidad (ver infografía).

No están de acuerdo

Los comerciantes de los alrededores del mercado La Magdalena mostraron su molestia. Miriam Enríquez dijo: “Nosotros nos levantaremos, nadie nos socializó y estamos perdiendo ventas”, dijo. Segundo Herrera también ve con recelo estas medidas.

Los espacios ocupados por los árboles eran sitios de estacionamiento para los clientes. Por consecuencia, las ventas han bajado al menos en un 50 %, según los vendedores.

“Habrá resistencia, pero son cambios que pueden incluso mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, dijo Dunn.

En algunos calles pintaron de colores los sitios por donde pueden transitar las personas.GUSTAVO GUAMáN