El programa Jóvenes en Acción, lanzado por el presidente Daniel Noboa como una iniciativa para involucrar a los jóvenes en tareas vinculadas al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, comenzó el 2025 con un gran impulso. En noviembre pasado, Noboa presentó el programa como una oportunidad para que 80,000 jóvenes recibieran una remuneración mensual de $400 por tres meses, participando en actividades que contribuirían a mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, en la práctica, las tareas realizadas en terreno han generado dudas sobre la efectividad y transparencia del programa.

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El programa ha desplegado a los jóvenes en diversas provincias del país para realizar actividades que incluyen desde la recolección de basura en carreteras hasta el inventario de señalización vial y el cuidado de jardines. Por ejemplo, en Santa Elena, se realizó un inventario de señalización en la vía Punta Carnero - Ancón, y en Manabí, se contó el número de baches en ocho kilómetros de la Red Vial Estatal. En Los Ríos, las tareas incluyeron la recolección de desechos y el cuidado de áreas verdes.

Aunque estas actividades pueden ser útiles para el mantenimiento de infraestructuras y espacios públicos, la conexión directa con la lucha contra el cambio climático sigue siendo incierta. Los expertos cuestionan si estas acciones realmente contribuyen a reducir las emisiones de carbono, uno de los principales objetivos del programa.

Críticas de expertos

Expertos como Natalia Greene, de la Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medioambiente, señalan que las tareas propuestas no tienen un impacto directo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Greene también cuestionó las iniciativas de reforestación, argumentando que la selección de especies es crucial para su efectividad. Belén Páez, de la Fundación Pachamama, planteó dudas sobre si las actividades en el programa están alineadas con las políticas de mitigación del cambio climático, tal como se establece en la Contribución Determinada a Nivel Nacional, un compromiso formal para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Desde su inicio, Jóvenes en Acción ha estado rodeado de críticas relacionadas con la falta de transparencia. Un reportaje de Expreso reveló opacidades en la plataforma web del programa, donde los interesados debían registrarse. La ausencia de información clara sobre los convenios, presupuestos y criterios de selección de las actividades generó preocupaciones sobre la dirección del proyecto. Además, el dominio web del programa utiliza una dirección privada (www.jovenesenaccion.ec) en lugar de un dominio gubernamental oficial, lo que alimenta las dudas sobre su gestión.

La relación del portal con la campaña electoral de Noboa también ha sido señalada. El sitio www.jovenesenaccion.ec está vinculado a www.noboa.ec, un dominio asociado con el presidente y utilizado en su pre-campaña, lo que genera especulaciones sobre el uso político de los recursos del programa.

Problemas con la protección de datos personales

Otra preocupación es la protección de los datos personales de los beneficiarios del programa. Dado que la plataforma del programa no utiliza servidores estatales, existen dudas sobre el manejo y la seguridad de esta información sensible.

A pesar de las críticas y las controversias, Jóvenes en Acción sigue en marcha. Los jóvenes continúan participando en actividades que, aunque útiles, no terminan de justificar el enfoque climático del programa. 

Con un impacto real aún incierto, el futuro de esta iniciativa dependerá de las decisiones que tome el gobierno en los próximos meses, y si logra redefinir su objetivo y metodología para realmente contribuir a la lucha contra el cambio climático en Ecuador.

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