Exclusivo
Actualidad

Los fotógrafos del parque de El Quinche no han podido recuperar las pérdidas económicas.RENE FRAGA

¡Sin procesión ni billete, pero bendecidos!

Comerciantes de El Quinche, en Quito, se ven afectados por la medida. La imagen recorre la capital en helicóptero para evitar aglomeraciones.

Hasta hace un año, todos se preparaban para recorrer los más de 27 kilómetros desde Calderón hasta El Quinche, como cada noviembre. Hoy la iglesia se cierra para evitar aglomeraciones y no contribuir con la propagación del COVID-19.

Esto perjudicó a los comerciantes de la parroquia ubicada en el nororiente de Quito. Homero Paladines es uno de ellos. Él vende artículos religiosos cerca del templo por más de 40 años y ahora dice que no sabe cómo pagar las cuentas. Para él y sus compañeros la cancelación de la peregrinación resulta negativa, porque esos días eran los mejores para vender.

Javier Piarpuezán, párroco de la iglesia, explica que el objetivo es evitar aglomeraciones, pues al lugar llegarían al menos un millón de personas para las misas, e incluso muchos van ahí a descansar de la travesía. “En su lugar habrá vigilias, pero sin gente”, dice.

Un fuerte operativo de control se desplegó en los alrededores de la iglesia.RENE FRAGA

BENDICIÓN VOLADORA

Durante este fin de semana, la imagen de la Virgen sobrevoló la capital, así como los cantones de Cayambe e Ibarra. Ayer recorrió los barrios del sur de Quito y culminó en la Mitad del Mundo. Hoy el recorrido será por los sectores del norte y las parroquias rurales.

El arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, realizó una oración antes de subir la imagen a la nave y recomendó a la ciudadanía que “abra su corazón para recibir la bendición de la Virgen”. El religioso recomendó a los feligreses que para evitar salir de sus casas pueden colocar un altar y acompañarlo con flores o globos. Y cuando pase el helicóptero aconsejó rezar un avemaría.

22 cámaras del ECU 911 hicieron el seguimiento del helicóptero que llevaba la imagen de la Virgen.

UN AÑO DIFÍCIL

Para los comerciantes de El Quinche, la crisis económica va más allá de la cancelación de la peregrinación.

Juan Galarza es un fotógrafo que todos los días salía al parque con sus caballos (muñecos) y una pancarta de la Virgen. Pero la cuarentena lo obligó a quedarse en casa. Cuando salió las visitas disminuyeron drásticamente. “Hoy he hecho una foto. No he sacado ni para el almuerzo”, agregó.

Con él, cuatro fotógrafos más buscan el sustento con la imagen religiosa. Aunque algunos –los más mayores– ya no salen por miedo a los contagios. “No quiero dejar de hacer esto. Es lo único que puedo hacer”, comenta Juan.