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a mujer, de 31 años, fue capturada la madrugad del viernes en su domicilio.CHRISTIAN VASCONEZ

Procesada por pornografía con sus hijos tendría trastorno de personalidad, pero "sabía bien lo que hacía"

Expertos sostienen que la madre debe ser juzgada y que requiere de un tratamiento mental porque, de lo contrario, incurriría en el delito sexual.

El trastorno de personalidad antisocial que padecería la madre acusada de pornografía infantil y que fue detenida el 30 de julio en Guayaquil, no la hace imputable, es decir no le resta responsabilidad, coinciden el psiquiatra Juan Montenegro y el abogado y criminólogo Julio César Cueva.

En el teléfono celular de la implicada se habría encontrado imágenes y videos con contenido sexual, entre ellas su pareja, quien fue aprehendido en abril pasado, y sus hijos de 11 y 6 años.

El hombre fue capturado luego de que dos vecinas lo captaran abusando sexualmente de su hijastra, en una casa de la vía a la costa.

Para Montenegro existen tres componentes que pudieron haber hecho que la mujer atentara contra la honra de sus hijos: mantener la relación sentimental con su pareja, la obtención de dinero y el consumo de alcohol y otras drogas.

La pornografía infantil está tipificada en el artículo 103 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y establece una pena privativa de libertad de 13 a 16 años.

Sin embargo, el perito en medicina y psiquiatría forense considera que la persona que padece de un trastorno de personalidad o también llamada sociopatía sabe que está traspasando las normas sociales y legales, y lo hace con plena conciencia y voluntad.

“Estas personas pueden ser juzgadas sin atenuantes y los agravantes, en este caso, es fundamental se trata de la mamá, quien está para cuidar a sus hijos, incluso hasta cuando sean adultos. Ella ha hecho a un lado la calidad de ser humano, de madre, porque hasta los animales defienden a su cría y ella no lo hizo. Ella sabía bien lo que hacía”, indica.

Dice el dicho: el hombre propone y la mujer dispone. La madre está para cuidar a sus hijos, incluso hasta cuando son adultos”.Juan Montenegro, psiquiatra

Cueva explica que toda persona que siente placer violando o tocando a un menor de edad tiene un trastorno de la personalidad y necesita un tratamiento mental, porque seguramente cuando salga de prisión no podrá contener su impulso de mantener contacto sexual con niños, incluso sus propios hijos.

“Es una especie de desviación que sientan placer tocando a un niño, esto no es normal, pero eso no quiere decir que no haya sabido lo que estaba haciendo, más aún si es su madre”, sostiene.

El padrastro fue detenido en abril pasado.JUAN FAUSTOS SANDOVAL

Cueva acota que las personas que provocan daño sexual a los menores de edad conocen el mal que están causando, pero que mientras el daño no se lo causen a ellos no les importa. Tampoco sienten empatía.

“Eso es una característica del sociópata y psicópata. Ellos (la madre y el padrastro) deben ser juzgados porque conocían la atrocidad que hacían y por eso son imputables. Mas allá de la sanción penal, ella pierde el derecho a tener a sus hijos por todo el mal que les ha hecho”, afirma el jurista.

Los dos expertos además coinciden en que, a pesar del deterioro social que se ve en muchos hogares ecuatorianos, no es común que una madre sea la cómplice y autora de un delito sexual en contra de sus propios hijos. “En toda mi vida solo me he topado con un caso así, este es el segundo, esta es una cuestión aberrante”, asegura Montenegro.

Ella sabía lo que estaba haciendo, desde el momento en que trata de desviar la atención de la Fiscalía y en sus contradicciones”.Julio césar Cueva, abogado y criminólogo

Imágenes contundentes y descabellantes

Desde la noche del viernes, la implicada en el delito de pornografía infantil se encuentra con prisión preventiva, informó la fiscal Yoli Pinillo, a cargo de la investigación.

La funcionaria manifestó que la sospechosa se acogió al derecho del silencio, sin embargo, las imágenes y videos con contenido sexual hallados en su celular fueron contundentes para ordenarle prisión e iniciar una instrucción fiscal, que tendrá una duración de 90 días.

“La madre tenía una participación activa en los delitos sexuales. A ella se le realizó una valoración psicológica y se determinó que no tiene un tipo de trastorno, es decir actuó con voluntad del delito sexual en contra de sus hijos. Además, las imágenes que se vieron son descabellantes. Estas, al parecer, han tenido movimiento en los últimos días, pero eso lo determinarán las investigaciones, explicó la fiscal.

Los hijos se encuentran en custodia del Estado, que deberá precautelar su bienestar social y psicológico. En el caso de la niña, su padre estuvo de acuerdo en la decisión adoptada por la Fiscalía, ya que ella ha sido violentada hace muchos años.