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Luis Alberto Sempértegui Dávila, de 37 años de edad, asegura que solo defendió a su familia.Fabricio Cruz

Prisión para el hombre que atacó a su hermano

El pariente detenido aceptó que golpeó a la víctima en defensa propia. “Era él o yo”, según dijo a los policías

Luis Alberto Sempértegui Dávila, de 37 años, podría enfrentar una pena de 12 años de prisión por asesinar a su hermano que sufría de esquizofrenia, a quien atacó con una barreta.

En el barrio El Cangrejo, del cantón Pasaje, provincia de El Oro, donde ocurrió el hecho, la familia Merino Dávila enfrenta un doble dolor por la muerte de David Abraham, de 47 años, y por el arresto de su hermano Luis, quien lo agredió.

Esta familia pasajeña prefiere mantener el silencio. No denunciaron el hecho porque les duele que ahora Luis esté detenido. Sin embargo, la Fiscalía actuó de oficio y formuló cargos.

Los parientes velaron el cuerpo de David por tres horas, luego lo sepultaron en el cementerio de Pasaje y posterior algunos acudieron a la audiencia para saber la situación judicial del otro hermano.

La jueza Diana Quezada acogió el pedido de la Fiscalía y le dictó prisión preventiva, además ordenó el inicio de la instrucción fiscal por 30 días.

El acusado se habría defendido diciendo que su hermano siempre le hacía problemas y que la madrugada del viernes estaba gritando y no lo dejaba dormir. Según el detenido, él le reclamó a su pariente, quien empezó a amenazarlo con un gancho, por eso cogió una barreta para defenderse “o él me mataba”, replicó ante los uniformados.

Él aceptó que golpeó a su hermano con la herramienta, hiriéndolo tres veces en la cabeza.

En su declaración, Marcos Abel Merino, de 53 años, hermano mayor del occiso y del detenido, sostuvo que Luis se defendió, pues David quería atacarlo.

Marcos Merino dijo que el fallecido sufría de esquizofrenia y esa noche, el hombre no habría tomado las pastillas, por eso ocurrió el problema en la madrugada.

Ningún familiar de la víctima ni del detenido quiso poner la denuncia. La Fiscalía formuló cargos por la confesión de implicado.

Según declaró, él descansaba cuando escuchó que su hermano hacía demasiado ruido y desde la cama “le grité que dejara dormir”.

Como escuchó más gritos se levantó y vio que Luis tenía una barreta en la mano y David estaba tendido en el piso, en un charco de sangre.