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A prisión un ecuatoriano y otro sospechoso de presunto homicidio de joven en Madrid
El compatriota tiene 27 años y es presunto miembros de los Dominican Don't Play, una de las pandillas que operan en la capital española
Los dos pandilleros detenidos en Madrid por el presunto homicidio de un joven de 25 años durante una reyerta entre miembros de los Dominican Don't Play (DPP), y los Trinitarios, pasan este martes a prisión provisional, según decretó el juez que lleva el caso.
Se trata de dos jóvenes, un español de 20 años de origen sudamericano y un ecuatoriano de 27, presuntos miembros de los DDP, que fueron arrestados como supuestos autores de este crimen poco después de los hechos, ocurridos el pasado fin de semana en la capital.
Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), el juez acordó la prisión provisional comunicada y sin fianza de ambos, que serán investigados por un supuesto delito de homicidio.
El suceso ocurrió la noche del pasado sábado en un parque situado en un barrio popular del sur de Madrid, donde todo apunta a que se produjo una reyerta entre los DDP y los Trinitarios.
El joven asesinado fue apuñalado en la zona lumbar, entrando en parada cardiorrespiratoria, sin que los sanitarios pudieran salvarle la vida.
En la misma noche del sábado un menor de 15 años también fue asesinado -por un machetazo en el pecho- tras, al parecer, una segunda reyerta entre las mismas bandas latinas, ésta a las puertas de una en el centro de Madrid.
Además, otros tres jóvenes resultaron heridos de diversa gravedad en otras tres agresiones con arma blanca, uno de 17 años en un barrio del norte de Madrid y dos en la localidad de Parla, al sur de la capital, aunque la Policía confirmó que no están vinculadas con dichos grupos organizados.
Las pesquisas policiales continúan, por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Según indicaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, no hay un repunte de la actividad de estas bandas juveniles, un problema que, en cualquier caso, siempre preocupa a las fuerzas de seguridad.
Ahora van a rediseñar su estrategia para combatir a estos grupos, con el fin de determinar dónde tienen que intensificar la intervención policial, si bien reclaman mayor vigilancia e implicación por parte de los padres y los educadores.